Texto solidario de compañeros de prisión en Grecia
El 7 de diciembre, se reveló el último episodio del enjuiciamiento criminal reservado, por el Estado griego, al anarquista Andrzej Mazurek, detenido en diciembre de 2008 por su participación en la revuelta. Después de cuatro años de prisión en las cárceles griegas, las autoridades polacas y griegas han demostrado un notable entusiasmo en sus respectivos procedimientos abiertos y, así, Andrzej fue entregado a Polonia, donde seguirá encarcelado ya que lo declararon culpable de los cargos que se presentaron justo después de su detención en Atenas.
Estos cuatro años de encarcelamiento del compa son una aplicación práctica de la doctrina antiinsurreccional que el Estado griego adoptó después del explosivo mes de diciembre de 2008. El tiempo que Andrzej pasó en prisión fue desproporcionado, no solo en relación con su sentencia (que se redujo a ocho años de prisión tras la resolución del Tribunal de Apelación) sino en comparación con el resto de las sentencias de prisión dictadas y cumplidas por personas que participaron en los disturbios. Sin embargo, este hecho revela los fervientes intentos del Poder por enviar un mensaje claro, tanto dentro como fuera de sus territorios. Quién puede olvidar los anuncios del estercolero gubernamental y periodístico sobre “los anarquistas que vienen de Europa a destrozar Grecia”, unas declaraciones que expresan miedo pero también la voluntad de destruir la solidaridad internacional que se había desarrollado.
Al mismo tiempo, la historia del procedimiento contra Andrzej —que terminó con su extradición por procedimiento sumario— demuestra la consistencia represiva transnacional contra el enemigo interno. A la vez que lxs extranjerxs permanecen en prisión o en centros de detención durante meses y meses esperando a que lxs deporten después del cumplimiento de su condena, las autoridades polacas y griegas han conseguido prolongar el encarcelamiento de Andrzej siguiendo un procedimiento express. Al negarle la primera petición de libertad condicional —a pesar de que ya había cumplido más de los 2/5 de su condena—, roían el tiempo semana tras semana para llevar a cabo todos los trámites necesarios para que no saliera de la cárcel ni un solo día.
Le enviamos nuestra solidaridad y saludos fraternos a Polonia, repitiendo sus palabras:
Nos vemos en las calles para hacer añicos, una vez más, el escaparate de la paz social...
No dejemos solx a ningun/a compañerx en las garras de los mecanismos represivos
SOLIDARIDAD CON ANDRZEJ MAZUREK
Los reclusos de las prisiones griegas
Babis Tsilianidis, Alexandros Mitroussias, Kostas Sakkas, Giorgos Karagiannidis, Akim Markegai, Vasilis Karandreas, Nikos Evangelou, Panagiotis Koutsopoulos, Nikos Sakkas, Kostas Faltsetas, Elias Karadouman, Marinos Mitsopoulos, Dimitris Giotsas, Charalambos Avramidis, Panagiotis Georgakopoulos, Christos Tsonaros, Yannis Gelitsas, Makis Gerakis, Mustafa Ergün, Michalis Ramadanoglou, Michail Tzoumas, Konstantinos Mamoutis, Vangelis Kalamaras, Panagiotis Hadjigeorgiou, Mitev Georgi, Georgiev Rishi, Angelos Kostopoulos, Spyros Stratoulis, Rami Syrianos