Según este artículo, se dio el al menos cuarto ataque incendiario en Monteluppo Fiorentino el 31 de diciembre de 2012 en la región italiana de toscana. A principios de octubre, el FLA entro en un matadero de Colle Val d’Elsa y saboteó el sistema eléctrico y la maquinaria. Se pegó fuego a un camión de una empresa cárnica en Troghi el 27 de octubre y, el 24 de noviembre, el FLA incendió un camión en un matadero de San Giovanni Valdarno (Florencia).
Según este otro artículo titulado: “Sobre el arresto de dos fascistas por ataques firmados por el FLA” del 10 de enero de 2012, dos hombres fueron arrestados y otro se encuentra en búsqueda por las autoridades italianas bajo cargos en relación con los últimos ataques incendiarios en la Toscana, incluido el último ataque en Monteluppo Fiorentino. Sin embargo, varixs activistas de la liberación animal en Italia alertaron de que los detenidos, sobre todo, uno llamado Filippo Serlupi d’Ongran, son posiblemente infiltrados fascistas que se apropiaron de las prácticas del FLA. Siguen algunos extractos del comunicado.
“Informamos sobre las noticias (de la prensa burguesa) de estos días sobre el arresto de dos activistas por los derechos animales, así como la emisión de una orden de arresto de una tercera persona, acusados de cuatro ataques incendiarios que se llevaron a cabo en la Toscana durante los últimos meses, el más reciente, el 31 de diciembre, cuando se prendió fuego a ocho camiones de una empresa láctea en Monteluppo. Todas las acciones de las que se les acusa han sido reclamadas y firmadas con las iniciales FLA (Frente de Liberación Animal). El primero de los tres sospechosos, Filippo Serlupi d’Ongran, ha asumido la responsabilidad de los cuatro ataques incendiarios. En los artículos de los periódicos, se hace referencia a su militancia en la extrema derecha […]. Tras una breve búsqueda en internet, hemos obtenido más información, incluyendo su perfil de Facebook en el que hay fotos que lo muestran rodeado de mujeres reducidas a objetos sexuales. […] No disponemos de información sobre las posiciones políticas de los otros dos sopechos, pero si [en realidad son conscientes] y deciden llevar a cabo acciones con una persona que tiene ideologías profascistas, esta elección hace, pues, que se les cuestione a ellos también. […] A pesar de que compartimos las acciones de las que se les acusa, obviamente, no vamos a apoyar ni simpatizar con esta gente. Este episodio debería ser también una invitación a una mayor reflexión por parte de individuos y colectivos antiespecistas para encontrar estrategias o explorar más nuestro contenido para que no quepan ni la duda ni la ambigüedad; para, así, reafirmar el contexto libertario de nuestra lucha.”