Después de que varixs solidarixs se pusieran en contacto con los padres de Andreas-Dimitris Bourzoukos, informamos de lo siguiente:
Todos los arrestados fueron trasladados (de Kozani) a la jefatura de policía de Atenas (GADA) el sábado, 2 de febrero a última hora de la tarde.
El domingo, 3 de febrero por la mañana, los padres pudieron entrar en contacto con sus hijos, igual que sus abogados defensores. Hasta ese momento, la policía había denegado una y otra vez todas las peticiones para ello.
Permitieron a los padres visitar a los arrestados solo durante 15 minutos en la 12ª planta de la jefatura de policía de Atenas.
Específicamente, Andreas-Dimitris Bourzoukos estuvo esposado a la silla durante toda la visita.
Nos informó de que, mientras estuvo con las manos esposadas a la espalda en las celdas de detención de la comisaría de Veria, los policías le taparon la cara con una capucha, le forzaron a arrodillarse y le golpearon durante unas cuatro horas en la cabeza y el estómago, también le arrancaron algunos mechones de pelo a la fuerza. Esto ocurrió sin ninguna resistencia por su parte. Sobra decir que los policías también estuvieron amenazándolo todo el rato y le insultaron de la manera más vulgar.
Las consecuencias de las torturas mencionadas fueron las siguientes: sangre en la orina, severos mareos, cefaleas, edemas en toda la cara, hematomas en los ojos, así como moratones y equimosis por todo el cuerpo.
Sus padres declararon que tenía la cara irreconocible y la voz estaba alterada por todos los golpes en la mandíbula.
Durante estos tres días, solo se le permitió beber agua embotellada y no se permitió a sus padres pasarle alimentos básicos empaquetados ni zumos de fruta.
Los hechos descritos no se divulgan para victimizar a los arrestados, sino para resaltar las torturas y violencia que los aparatos del estado practican ‘legalmente’.
A pesar de todo, Andreas-Dimitris Bourzoukos se mantiene fuerte y digno, y sigue firme de moral.
Fuerza a los compañeros arrestados. Intentaremos compartir más actualizaciones pronto.
Hay una carta abierta de Pantelia Vergopoulou, madre de Andreas-Dimitris Bourzoukos, que denuncia inequívocamente las torturas contra los cuatro compañeros y afirma, entre otras cosas, los siguiente:
‘Los mecanismos persecutorios en Grecia siguen los estándares de tortura de las prisiones de Guantánamo. A mi hijo, al igual que los otros tres arrestados, no se le trató como a cualquier otro acusado de delitos del código penal, sino con particular odio por ser anarquista. Al mismo tiempo, los torturadores ocultos tras capuchas permanecen intocables.
¿Hasta cuándo?
[…] Finalmente, siendo yo misma médico (especializada en medicina de urgencia prehospitalaria), afirmo que las primeras horas después de un trauma son críticas en cuanto a potenciales daños cerebrales y lesiones futuras. La alta necesidad de un examen inmediato y de asistencia hospitalaria afecta a todos los arrestados que han sido maltratados.
Considero a los que están a cargo del caso responsables directos de cualquier daño que puedan haber ocasionado.’