La desinfección no se ha conseguido
El 27 de febrero, el Tribunal de Trento nos absolvió del cargo de «asociación subversiva con fines terroristas». El fiscal había pedido de 3 años y 4 meses a 5 años, pero el torpe castillo de naipes se ha derrumbado. Por lo que a Massimo Passamani se le revocó la prisión preventiva. Al día siguiente, se acabó también el plazo de su otra custodia cautelar (emitida por el tribunal de Turín, por los hechos de Chianocco, o sea, la expulsión de un equipo de televisión, el 29 de enero de 2012, de una barricada NO TAV en Valsusa) por lo cual, despues de seis meses, encuentra la «libertad» y su puesto de combate… (ah, para variar, como muchxs otrxs, tiene prohibido ir a Valsusa).
Estamos juntxs de nuevo gracias a la solidaridad de lxs muchxs compañeros, compañeras, y demás, que han estado a nuestro lado. Para ellxs, nuestro agradecimiento y nuestro nos vemos, en las calles o en los caminos de la rebelión y el apoyo mutuo.
Nuestro pensamiento está ahora con lxs compañerxs y hermanxs que aún están encarcelados.
A continuación nuestra declaración:
Declaración de los anarquistas imputados en tribunal de Trento
El juego de los roles sobre los que se basa la Justicia de Estado prevé que vosotros nos acuséis y que nosotrxs, con la cabeza gacha, vengamos aquí para defendernos. Pero nosotrxs no aceptamos los roles, ya sea porque no reconocemos al Estado ya sea porque el juego está claramente trucado.
Si tuviésemos que tratar con delitos específicos y con la exhibición de las llamadas pruebas, este proceso no habría, ni tan siquiera, empezado. Y esto no lo decimos nosotrxs. Lo dicen los documentos judiciales.
En la orden de custodia cautelar que mantiene todavía bajo arresto domiciliario a uno de nosotrxs, se definen “oscuras las razones que la acusación alega, basadas en simples consideraciones abstractas”.
En la solicitud de las detenciones remitida por la Fiscalía se lee: “Debe considerarse qué indicios de cara a la existencia del delito asociativo bien pueden deducirse de elementos probatorios relativos a los delitos-fines, incluso cuando estos hayan sido considerados insuficientes en el mismo ejercicio de la acción penal por tales delitos”. En términos aún más claros: la asociación “es premisa obligatoria para evaluar con corrección y valorar qué ‘indicios’ de las circunstancias que, de otra forma, tendrían valor –neutro– desde el punto de vista probatorio”.
En definitiva, sin necesidad de recurrir a una fantasiosa asociación de la que la Digos de Trento se ha inventado incluso el acrónimo (“GAIT”, “Grupo anarquista insurreccional Trentino”), lo que el los fiscales Amato y Ognibene tienen en la mano se dice rápidamente: un puñado de moscas. Y esto a pesar del mastodóntico dispositivo de control tecnológico utilizado: 148.990 contactos telefónicos, 10.000 contactos ambientales, 18.000 comunicaciones telemáticas, 14.000 datos GPS, 92.000 horas de vídeo, 12.000 fotos.
Los propios investigadores, por su parte, dicen que no tienen ni pruebas ni evidencias graves para determinar quién hizo las acciones anónimas de las que se nos acusa; por aquellas acciones, se deduciría la existencia de una organización, de la cual nosotrxs formaríamos parte; nuestra participación se deduciría, a su vez, por las acciones. Y así sucesivamente, en una especie de corto-circuito lógico.
Somos un verdadero dolor de cabeza para sus teoremas. El código define la asociación subversiva como “un lazo formalmente distinto para los participantes individuales”, o sea, una organización estable en el tiempo, con un organigramma, con roles, etc. –características, estas, que no pueden conciliarse con la informalidad, la horizontal y la afinidad que desde siempre caracterizan nuestras relaciones como las de muchxs otrxs compas. De hecho, Digos y fiscales se lanzan, desafiando a la gramática, además de a la historia, a lanzar hipótesis sobre una organización “piramidal y jerárquica” compatible, ¡milagro!, con la “espontaneidad anarquista”.
Los teóricos del “G.A.I.T.” son la Digos y la Fiscalía, claramente nosotrxs, no. El “G.A.I.T.” no existe de hecho; y esto por la sencilla razón de que no puede existir de principio. Una organización piramidal y jerárquica, con líderes, subordinados, tesoreros y mano de obra, es la negación misma de la idea, de la ética y de la práctica anarquista. Roles parecidos y el miserable mundo que lleva con ellos existen en las Fiscalías, en los ejércitos, en las instituciones del Estado y en la sociedad capitalista, no entre aquellos que quieren hacer borrón de todo esto. Una organización en la que los individuos son los instrumentos intercambiables mataría nuestras ideas y nuestros sueños, incluso antes de que la revolución empiece. Cuando habláis de nosotrxs, pensáis siempre en poderos mirar al espejo. Pero nosotrxs somos el desorden de vuestros sueños, la negación viviente de vuestro mundo injusto, aburrido y sin sentido. Estamos entre lxs que no obedecen porque se niegan a mandar. Estamos entre lxs que en una sala del tribunal no cambiarían nunca su sitio por el vuestro.
El juego está amañado, habíamos dicho. No porque este juicio sea más “injusto” que otros muchos, sino porque la magistratura no es una institución neutral de la sociedad, sino el instrumento de dominación de una minoría sobre el resto de la población, de los explotadores sobre los explotados, de los ricos sobre los pobres. Una institución fiel durante siglos, como puede verse en el nombre mismo dado a la operación policial-judicial contra nosotrxs. Sabéis mejor que nosotrxs, quien utilizaba el término “zecche (garrapatas)” para referirse a los comunistas, socialistas y anarquistas (1) –y de poco ha servido el ridículo latinismo con el que habéis ocultado vuestro lenguaje fascista. Por otra parte, de aquella época y de aquella escuela, es el artículo del código con el que nos habéis arrestado (como otros de vuestros colegas han hecho con miles de compas); artículo que vuestra hermosa democracia en los últimos treinta años no ha hecho otra cosa que agravar. ¿Los datos relativos a las condenas impuestas por el Tribunal Especial para la Defensa del Estado establecido por Mussolini no coinciden exactamente con los de los procesos por “terrorismo”?
Aquí tenemos la palabreja mágica.
El Estado de Portella della Ginestra (2), de la Plaza Fontana (3), de la Plazza della Loggia (4), de la estación de Bolonia (5), del Italicus (6), de Ustica (7), etc. nos acusa a nosotrxs de “terrorismo”, es decir, de “violencia ciega e indiscriminada cuyo objetivo es conquistar o consolidar el poder político” (esta es la definición que se encontraba en el diccionario hasta los años setenta). El Estado de los bombardeos en Irak, Kosovo, Afganistán, Líbano, Libia acusa a lxs anarquistas de querer “hacer valer coactivamente” sus principios. El Estado de plaza Alimonda (8), de Diaz (9), de Bolzaneto (10), de Giuseppe Pinelli, de Franco Serantini (11), de Francesco Lorusso (12), de Stefano Cucchi (13), de Federico Aldrovandi (14), de Aldo Bianzino (15), de Francesco Mastrogiovanni (16), de Marcello Lonzi (17) y tantos otrxs, demasiadxs, nos acusa a nosotrxs de “intimidar a la población”.
En el mundo real, que no se ve por el ojo de la cerradura desde los que nos espiáis a nosotrxs y a nuestras luchas, a millones de explotadxs, de pobres, de excluidxs les intimida diariamente, aterroriza, envenena, asesina el orden social que defendéis. Solo en Italia, cada día cuatro trabajadorxs no vuelven a casa, y ciento sesenta personas mueren cada año en las cárceles donde nos habéis encerrado muchas veces y donde hemos encontrado individuxs solidarixs y fraternales, seguramente, más rectxs que vosotros.
Frente a esta guerra diaria conducida por la clase propietaria, querríais que nadie la tomese con bancos, con las agencias de trabajo precario, con la tecnología de control, con los instrumentos de la muerte y la devastación ambiental. La ira es el único capital que lxs explotadxs han acumulado en la historia. Y tal vez no está muy lejos el día en el que va a ser muy difícil para vosotros atribuir aquello que os asusta a un puñado de anarquistas; el día en el que será la población pobre y sometida la que se convierta en un gran “asociación subversiva”.
Pero volvamos a los documentos. Con las prisas por secundar la voluntad del Ministro del Interior, os habéis dejado llevar. Acusáis a dos de nosotrxs de haber orquestado y dirigido los enfrentamientos del 3 de julio de 2011 en Val Susa. Somos NO TAV, y no desde ayer, eso es cierto. Pero para asediar las obras-fuerte del TAV en Chiomonte, 3 de julio de 2011, había cuarenta mil personas, y no, como habéis escrito sin verguenza en vuestros documentos “cerca de 500 anarquistas”. Curiosamente, la Fiscalía de Turín no nos acusa de ningún delito específico de esa jornada, mientras que para la de Trento lo habríamos planificado todo nosotrxs. Os sería cómodo sustituir una población en lucha, que desde hace veinte años se opone a la devastación a alta velocidad de su tierra, por un puñado de “garrapatas”. Desinfectar preferiblemente con el gas CS del que la policía, carabinieri y policía de finanzas dispararon 4357 botes el 3 de julio. El movimiento NO TAV ya ha respondido a los periodistas y jueces, “todos somos black bloc”, pero la autonomía y la horizontalidad de una lucha por la tierra, la dignidad y la libertad realmente no podéis tolerarlas.
La Digos se esfuerza por escribir que los participantes de los comités NO TAV serían, para nosotrxs, simplemente “hombres de paja” y el movimiento “una reserva de recursos humanos utilizables”. No hay palabras para comentar tanto descaro. Solo los hombres de Estado y los capitalistas consideran a la población “una reserva de recursos humanos utilizables”, desde luego, no los anarquistas. “Hombres de paja”, entonces, ¿no serán quizás los siervos para quien les ordena? Mirad las fotos de vuestros colegas que en la Diaz han masacrado a golpes incluso hasta personas mayores mientras estaban acostados, y preguntaos de qué están hechos esos hombres de allí.
Entre vuestras falsificaciones y la realidad de una lucha como la del NO TAV, donde lxs compañerxs han puesto todo su corazón, hay un abismo –ético, humano, social.
Pero la Digos ha conseguido acusarnos incluso de haber instrumentalizado cínicamente la muerte de Stefano Frapporti, un albañil de cuarenta y nueve años detenido por dos policías de paisano y encontrado, cinco horas más tarde, muerto en la celda número 5 de la prisión de Rovereto. Cientos de personas –familiares, amigos y muchxs solidarixs – han manifestado durante meses su rabia en la ciudad. Nosotrxs ya hemos sido condenadxs por no mirar a otro lado, mientras la investigación sobre la muerte de Stefano ha sido, como de costumbre, archivada. En los papeles de la comisaría todo esto desaparece (igual que han desaparecido las miles de personas que lucharon en Valsusa el 3 de julio de 2011): quedan solo un “pequeño traficante” y los anarquistas “instrumentalizadores”. El círculo “Frapporti-Cabana” nacido a pocos metros de donde Stefano fue detenido aquel maldito 21 de julio de 2009 es la mejor respuesta a vuestros insultos a la inteligencia y a la dignidad.
Vuestro espacio-tiempo no es el nuestro. Mientras estamos aquí pensamos en la juventud rebelde que combate en las calles de El Cairo. Pensamos en las mujeres y hombres que, en Grecia, se han alzado para vivir sin el Estado y sin patrones. Pensamos en lxs chavalxs condenados a años de cárcel por haber luchado en Génova en 2001 y en Roma en 2011. Pensamos en las mujeres de la India que se han rebelado contra la violencia machista y de la policía. Pensamos en todas las mujeres y hombres muertxs en el Mediterráneo porque buscaban un poco de pan y de libertad. Pensamos en todas las personas asesinadas por vuestras bombas. Pensamos en lxs niños palestinxs con ojos hermosos y grandes de corazones. Pensamos en nuestrxs compas y hermanxs que resisten con la cabeza alta en las prisiones y mataderos carcelarios de todo el mundo. Pensamos en los cuatro arrestados el 1 de febrero en Grecia y torturados por la policía. Pensamos en todxs lxs chavalxs golpeadxs en vuestras comisarías y vuestras cárceles. Pensamos en lxs esclavxs asalariadxs en las fábricas militarizadas y en los campos de trabajo chinos. Pensamos en los animales, en los bosques, en los valles y las montañas que vuestros bulldozers y vuestros beneficios devastan.
Pensamos en todo esto y no querríamos avergonzarnos cuando alguien nos preguntara un día: “Mientras todo esto estaba pasando, vosotrxs, ¿qué estabais haciendo?”. Nos gustaría poder responder: “Hicimos nuestra pequeña contribución con la cabeza, con el corazón y con las manos”.
Somos vuestro imprevisto, la variable no contemplada en vuestros cálculos.
Venimos de muy lejos, y tenemos el mismo sueño que animaba a lxs campesinxs insurgentes en 1525 en Alemania: omnia sunt Communia –visto que os gusta el latín.
Emitid, si queréis, vuestras sentencias. Nosotrxs volamos más alto.
Trento, veintisiete de febrero de 2013
(1) En Italia, desde siempre los fascistas llaman a lxs comunistas, socialistas y anarquistas: garrapatas.
(2) En Portella della Ginestra, Calabria, el 1 de mayo del 1946 los fascistas, protegidos por el Estado, mataron a varios participantes en la fiesta que realizaban.
(3) Piazza Fontana. Bomba fascista, el 12 de diciembre de 1969, orquestada por EEUU, en colaboracion con el Estado italiano, es el inicio –para algunxs- de la “estrategia de la tensión”, después será acusado y asesinado en comisaría el compa Giuseppe Pinelli, anarquista de Milán.
(4) Piazza della Loggia, en Brescia (norte de Italia) en el ’74 durante una manifestación de obreros, los fascistas pusieron una bomba en la plaza donde terminaba la manifestación, matando a algunos obreros, nunca se condenó a los fascistas por esto, es más, siempre los han protegido.
(5) Bolonia, 2 de agosto de 1980, una bomba de los fascistas en la estación de tren termina con la vida de más de 80 personas, es la continuidad de la “estrategia de la tension”, estrategia regida por EEUU con la complicidad de varios Estados europeos para impedir que la izquierda ganase, consiste en hacer creer a la población, a través de “masacres”, o sea el asesinato de varias personas salvajemente que la ultraderecha y la ultraizquierda son iguales, y que los partidos democráticos burgueses son la solución a estos asesinatos. Es la época de las leyes especiales y del uso de la guerra sucia por parte del Estado.
(6) El 4 de agosto de 1974, explosionó una bomba en el tren Italicus tren que provocó varias muertes y decenas de heridos, esta fue reivindicada por fascistas.
(7) Ustica, 27 de junio de 1980, avión derribado en el espacio aéreo italiano, a manos del ejército francés o de la OTAN, todos los pasajeros murieron y nada se sabe de quién lo causó, los servicios secretos europeos creían que en el viajaba Gadafi, el ex gobernador de Libia.
(8) Plaza Alimonda, Génova, donde los carabinieri mataron a Carlo Giuliani en 2001.
(9) Diaz, la escuela Diaz en Génova, donde la policía torturó a decenas de manifestantes durante la cumbre del G8 en Génova, 2001.
(10) Bolzaneto, comisaría de Bolzaneto en Génova, decenas de torturadxs por la policía durante la cumbre del G8 de 2001.
(11) Franco Serantini, anarquista de 20 años torturado hasta la muerte por los carabineri en 1972.
(12) Francesco Lorusso, comunista asesinado por la policía italiana durante unos enfrentamientos en la Universidad de Bolonia el 11 de marzo de 1977.
(13) Stefano Cucchi, detenido 16 de octubre de 2009 y llevado a la prisión Regina Coeli y a pocos días después apareció muerto por causas poco claras en el departamento de presos del hospital Pertini.
(14) Federico Aldrovandi, asesinado durante una detención policial en Ferrara, el 25 de septiembre de 2005
(15) Aldo Bianzino, apareció muerto la mañana del 14 octubre del 2008 en la cárcel de Capanne.
(16) Francesco Mastrogiovanni, anarquista, muerto a los 58 años el 4 de agosto de 2009 en el módulo de psiquiatría de la clínica de San Luca de Vallo della Lucania en extrañas circunstancias.
(17) Marcello Lonzi, encontrado muerto en prisión con claros signos de tortura en 2003