Informa-azione difunde este escrito, hecho por compañerxs de Cremona el pasado diciembre y distribuido recientemente en diversos contextos de lucha:
«La represión no sería otra cosa que la puesta en acción,
dentro de esa pseudopaz socavada por una guerra continua,
de una relación de fuerza perpetua.
Por ende, dos esquemas de análisis del poder:
el esquema contrato/opresión, que es, si lo prefieren, el esquema jurídico,
y el esquema guerra/represión o dominación/represión,
en el que la oposición pertinente no es la de lo legítimo y lo ilegítimo,
como en el precedente, sino la existente entre lucha y sumisión.»
(Michel Foucault)
En estos tiempos, la represión golpea a las puertas y en la cabeza de quienes quieren derrocar este sistema injusto. Digámoslo claramente, la represión ha estado siempre a la vuelta de la esquina, pero últimamente es algo que se ha impuesto en el imaginario de todxs.
Afirmemos aún más claramente: todo esto se nota porque las respuestas a estos múltiples ataques del poder no han sido realmente respuestas, digámoslo así, «decididas». Si atacó un movimiento de lucha real el poder es porque en algunos momentos ha temblado en determinadas zonas, como en el Valle de Susa.
Algunas grietas de subversión, por usar un término ya gastado, y también justas porque en el fondo de nuestros corazones, o sea, liberadas del freno político, se ha visto en otros ámbitos, siempre en hechos No Tav, llevando el valle a la ciudad*. En otros contextos se ha enviado un mensaje claro y peligroso al enemigo a derrocar: tenemos un lado y medio al descubierto.
Todo esto ha provocado algunas consecuencias visibles: la reducción de las posibilidades de liberar espacios para la autogestión, el control técnicohumano predispuesto sobre varias realidades, la dificultad del lenguaje, de proponer otro lenguaje que no conduzca solo al tema de la «represión contra lxs anarquistas «, sino que apunte directamente a multiplicar y expandir la problemática de la «represión contra lxs oprimidxs, contra todos lxs indeseables».
Muchas preguntas, pocas respuestas. ¿Hemos llegamos, efectivamente, a esto?
Para que no se me malinterprete, no busco investigaciones improbables sobre una cantidad cualquiera sino entender, más allá del problema realmente vivido para realizar ataques para una posible insurrección, cómo «cierta cualidad» ha perdido o está perdiendo esa vena creativa, apasionada y deseante que siempre ha caracterizado una práctica, no espectacular sino exagerada, de libertad.
La represión hacia quienes se ponen siempre en primera línea para derrotar lo existente no se puede convertir en un argumento racional. Si esto durase hasta el infinito, nuestra rebelión se turbaría casi como contrapoder, recordando a un plataformismo formal, que no se ve pero que se vive en lo específico.
La división en sí misma entre rebelde y poder reproduce siempre otro monstruo racional donde el devenir se descompone en el gradualismo de la representación, sin tener respuestas reales, porque este mecanismo perverso es lo que no queremos y lo que no somos. Si nuestro fin es la extinción de la explotación y de la opresión, a través también de la extinción de la política de nuestras existencias, ¿cuál es el medio para obtener la unicidad de una vida verdaderamente liberada? Los mismo fines, los mismos medios. ¿Así de simple? No exactamente…
Este momento es demasiado importante para entregaros nuestra tensión por la liberación, seguir sintiendo, dentro de cada unx, este maldito mal de vivir.
La decadencia la vemos, pero tenemos que ser capaces de hacerla visible a lxs demás.
La negación está dentro de cada insurgente, pero no podemos pasar por alto el hecho de que juntxs podemos encontrar esta visión indispensable también en los demás.
La insubordinación forma parte de nosotrxs, pero no podemos quedarnos en el ser, porque el devenir es lo que hace arder los espíritus, más allá de la razón para luchar por algo totalmente extraño y desconocido en el que perderse.
«¡Donde estás, cava profundo!
¡Ahí dentro está el manantial!
Deja que los tenebrosos griten:
“¡Siempre en lo hondo está… el infierno!»
(Friedrich Nietzsche)
Este no es un mundo sin significado, porque el significado de las mercancías es el corazón del enemigo que combatimos. La diversidad está en ser refractarios a cualquier palabra de orden. Rechacemos cualquier idioma institucional y es necesario hacerlo porque tenemos otros caminos que recorrer, otras situaciones que vivir.
A los residuos prometeicos entre ser humano y máquina, donde todo es virtual, opongamos la posibilidad de los deseos que nacen de los latidos de nuestro corazón.
No sabemos qué hacer con las imposiciones, con las guerras, con las relaciones mercantilizadas, con el control, con la diversión para distorsionar la mirada, porque recorremos las posibilidades de realizar las pasiones, quitando de en medio los obstáculos que bloquean el camino único de la libertad.
El enigma del capitalismo y la milenaria duración del Estado no consigue apasionarnos como la necesidad de su muerte; por eso, estamos preparadxs para suprimir cualquier instrumento de explotación ya sea un banco, un centro comercial o la urbanística de control, individual o colectivamente .
No queremos convertirnos en buenos ciudadanxs que respetan las leyes o súbditxs devotxs al instrumento del nombrar, a través del voto, a otro opresor. Otro mundo, como otro tiempo, es la misma repetición aburrida del anterior.
Luchar por otro mundo es, sin embargo, la búsqueda constante de algo desconocido, enteramente, por desear, crear, descubrir.
Ya que solo conocemos este sistema, no se puede imaginar un otro mundo, sino en términos negativos, con tan sonoros NO, un mundo sin dinero, sin ley, sin cárceles, sin autoridad, sin todos los inútiles productos mortíferos de la civilización estatal-capitalista .
Es la destrucción para abrir las inexploradas puertas de la creación.
Además del disenso, queremos compartir el odio hacia esta sociedad de la Mercancía y de la Autoridad, comprendemos la indignación por la explotación y la opresión en cualquier parte, pero sin rabia esta se queda en una simple molestia y no comprende el actuar, porque todo hace intuir que cuando esta mierda caiga, enterrará a todxs.
Si el sistema está moribundo, ¿qué sentido tiene esperar? ¿No es mejor deshacerse enseguida del enemigo para matar la existencia sumisa y crear la plenitud de una vida realmente vivida?
Contra la enfermedad castrante de la economía y la política, queremos afirmar que la ruptura con este existente es la pasión que abarca todas las demás.
Lo posible nace a través del pensamiento ligero. Contra la superficialidad deprimente que lleva a lo inimaginable, ahora.
Ahora más que nunca, es imposible quedarse paradxs.
anarquistas de Cremona
Apuesta. Calle Represión 1, Cremona
(*) NdT: Portare la valle in città (llevar el valle a la ciudad) era y es la extensión de la lucha NO TAV por toda la geografía italiana. Tanto por la lucha NO TAV en la península, como por las demás luchas ecologistas esparcidas por el territorio italiano que, de esta forma, se hermanaban con la lucha NO TAV en el Valle de Susa, como por ejemplo: el NO Puente de Messina (Sicilia), la NO Pedemontana en Milán, el NO al Moses de Venecia (presas móviles), etc., etc. Son luchas de varios territorios que se unieron. Esta unión se creó tras la militarización del Valle de Susa, las luchas que se crearon en el valle y la solidaridad que dio lugar. Que solo en un día se hicieran 50 manifestaciones en Italia, tanto ocupando estaciones de tren como plazas implica que fue y es un verdadero movimiento «social».