Hace algunos días la compañera Nataly Casanova logró romper con el aislamiento que desde el día de su detención lxs infames carcelerxs le impusieron. Finalmente fue trasladada al módulo 2 de causas de connotación pública, luego de constantes exigencias tanto de la misma compañera como de su entorno familiar,dejando en claro que el apoyo y la digna resistencia pueden ser un arma efectiva en prisión. Ahora bien, no podemos referirnos al traslado de la compa sin mencionar la última jugada previa que perpetró la bastarda policía al interior del centro de exterminio de San Miguel: hablamos del hostil y vengativo traslado de Tamara Sol al COF de San Joaquín, a través de burdas mentiras y engaños, ocultándole a la compañera hasta último minuto que sería cambiada de prisión, impidiéndole a su vez mover sus cosas o despedirse de las otras compañeras y presas. Sin duda un intento más de las carceleras por doblegar la indómita fuerza de Sol; sin duda una señal de avanzada por parte de la represión, que por supuesto se encontró de frente con la resistencia y aguante de la compañera. Tampoco podemos dejar de mencionar tal traslado pues la razón «oficial» de que Nataly no fuera llevada antes al módulo 2 era justamente asegurar que las compañeras no estuvieran juntas. Resulta obvio que la entereza y rebeldía de ambas no eran una buena mezcla para serviles carceleras incapaces de existir sin esa mísera cuota de poder que sólo pueden ejercer tras las rejas de una jaula. Hoy gendarmería dice que el traslado de Nataly se debió a que Sol fue cambiada de prisión; sostienen que fue una decisión interna y que nada tiene que ver con la huelga. Gendarmería puede justificar sus decisiones como le de la gana. Lo que no pueden justificar bajo sus parámetros es que la compañera Nataly Casanova siguió (y sigue) guerreando aún tras sus muros; que no se doblega, que puede resistir incluso 8 meses de demencial aislamiento; que no tiene miedo de contestar sin ningún respeto a quién decide cerrar su celda todos los días; una compañera que no está sola; por quién se realiza una marcha todas las semanas, por quién se tiran panfletos, se pegan afiches, se paran mitines solidarios o actividades; se cuelgan lienzos en pasarelas, alguien por kién se ataca con piedras y pinturas a un edificio que alberga oficinas de lxs carcelerxs o por quién se sale desde una universidad a dar cara a la policía. Gendarmería puede justificar a su manera el traslado de Nataly, pero no puede negar que la compañera no pasa desapercibida y es una presa política orgullosa de sus posturas y decisiones de vida.
Hoy día podemos decir con claridad que la compañera Nataly Casanova se encuentra en el módulo 2 de la cárcel de San Miguel, compartiendo con la compañera Natalia Collado (Tato) y recibiendo visitas 2 veces por semana. Continúa en huelga de hambre líquida y permanece entera y firme en su ánimo el que evidentemente mejoró luego de romper con un régimen tan estricto de encierro. Una de sus últimas intervenciones en tribunales fue para exigir la visita directa con su compañero Juan Flores a quién no puede ver desde hace varios meses, salvo en las mismas audiencias. La respuesta del tribunal fue una vez más de negación, sin duda otro intento más por reprimir la relación de afinidad y de amor de ambos compañerxs.
Seguimos apoyando y solidarizando activamente por lograr las distintas exigencias que la compañera sostiene con su huelga de hambre junto a los compañeros Juan Flores y Guillermo Durán.
¡Porque la solidaridad es un arma!
¡Nataly, Juan, Guillermo y Enrique a la kalle!
Colectivo Anticarcelario Vuelo de Justicia
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