El Diciembre Negro arde en el ThyssenKrupp berlinés.
«Nos encontramos en el proceso de mejoramiento cualitativo de la «guerra civilizada», donde la felicidad de uno convive con el martirio del otro… En este contexto, la anarquía obtiene una posibilidad estratégica para incendiar todas las formas de representación política y ser un frente de una guerra abierta y heterodoxa contra la dominación, que transformará la diversidad y la pluralidad de opiniones existentes dentro de la comunidad anarquista en una ventaja, y hará que lxs reprimidxs que deciden romper sus cadenas confluyan en los centros de lucha que se crearán…
Un mes de acciones coordinadas con el fin de conocernos entre nosotrxs, de salir a la calle para quebrar los escaparates de los grandes negocios, de ocupar escuelas, universidades y ayuntamientos, de repartir textos que difundan el mensaje de la rebelión, de colocar artefactos incendiarios contra los fascistas y la patronal, de colgar lienzos en puentes y avenidas centrales, de inundar las ciudades con afiches y octavillas, de volar las casas de los políticos, de arrojar molotov a los pacos, de pintar consignas en las paredes, de sabotear la circulación normal de las mercancías en Navidad, de saquear los escaparates de la abundancia, de realizar actividades públicas e intercambiar experiencias y puntos de vista acerca de varias temáticas de la lucha…
De encontrarnos en los callejones de la ciudad y pintar con cenizas sobre los edificios feos de los bancos, de las comisarías de policía, de las multinacionales, de las bases militares, de los estudios de televisión, de los tribunales, de las iglesias, de los grupos de caridad…
El Diciembre Negro no busca ser solo unas fechas de disturbios, al contrario, lo que queremos que se cree a través de la acción anarquista multiforme y a varios niveles es una plataforma informal de coordinación en la base de la cual confluyan los empujes subversivos. Un primer intento de coordinación informal de la anarquía más allá del cuadro predeterminado, cuya ambición es crear esta experiencia de lucha para que ponga en marcha propuestas subversivas y estrategias de lucha…»
escribieron Nikos Romanos y Panagiotis Argirou hace semanas desde las prisiones donde están retenidos.
El balance de 2015 tiene un aspecto brillante para las grandes corporaciones armamentísticas; una situación de ganancia si o si se ha presentado, con la participación de la Armada Federal Alemana en la operación EUNAVFOR Med y la entrada en la guerra Siria. Ellos obtendrán ganancias del uso y desgaste del equipamiento militar en una guerra civil, y simultáneamente sacarán beneficio del combate a lxs refugiadxs.
Restringir la expansión desenfrenada de estos grupos de armamento puede constituir un componente estratégico de llamamientos como el del Diciembre Negro, es por eso que la madrugada del 29/12 destruimos con fuego un vehículo de ThyssenKrupp, en el barrio berlinés de Friedrichshain.
Esta acción, enmarcada en el contexto del Diciembre Negro, se dedica a lxs luchadorxs de las palabras, cuyos textos contribuyen a los incendios alrededor del mundo, a los círculos de solidaridad que luchan por la supervivencia de lxs presxs, y a lxs refugiadxs, junto con quienes nos vamos a quemar los lacayos de la Unión Europea en el mar mediterráneo, en las vallas de Calais en Francia, o en los enclaves de España, como también en sus oficinas confortables en las metrópolis.
Conspiración Pirómana Informal
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