Recibido el 24/11/2020
Diario de bordo
Sábado 31 de octubre: «vas cargado y con pizza: una buena idea hacer fiesta antes de una salida»
A pesar de que las fiestas y las reuniones están prohibidas, la velada ha transcurrido bien, cargando las camionetas hasta las últimas luces del día, con el horno que comenzaba a calentarse. Las muchas bolas de pizza sin comer han resultado útiles para hacer un montón de mega calzones (pizza doblada) que nos hemos llevado para la vuelta del día después.
Bonitas las sorpresas de quien, al último, decide de añadirse, sin saber, pero, hacia cual aventura nos estábamos lanzando. ¡Nos contamos y estamos muy por encima de los diez que pensábamos ser!
Obviamente la salida al día siguiente, como en los mejores momentos de las vacaciones de agosto, fue toda estrés y adelante y atrás de casa a las furgonetas. No habíamos previsto el tiempo necesario para las maniobras y meternos «en caravana». Pero se ha conseguido lo mismo, a golpes de bocina y de cuatro flechas, a estar juntos.
Fue necesario algún rodaje, y no se debe subestimar la importancia de la relación entre el nivel de diesel en el tanque y conocer el camino, dado que pocas personas quieren utilizar tecnología en esta caravana.
Domingo 1 de noviembre: «Terni 1»
¡Llegados al punto de encuentro, ya nos esperaban la mierda en civil…y luego en uniforme!
Las diversas discusiones preventivas de esta caravana sobre qué hacer en caso de control nos han resultado útiles, incluso si al final lo mejor se lo llevan ellos… bueno, momento playlist sonidos ridículos del digos (policía política) «crazy frop». En cualquier caso, al final de la tarde algunxs han conseguido hacerse oír desde dentro a pesar de la mirada que tenían encima.
En Terni en esos días sabemos que Juan ha tenido su primera visita vis a vis con una compañera. Hemos sabido, por los periódicos antes y después con la confirmación de los prisioneros que dentro había positivos al covid, 67 presos y 4 guardias. Nos han expresado vivir «un infierno, que dentro es como una guerra» y que el apoyo del exterior es necesario, que haya compañeros y compañeras que vienen a saludarlos. Una frase un tanto enigmática por su parte: «os esperaban hoy», nos ha dejado pensar y reflexionar sobre el equilibrio no claro o evidente entre anunciar nuestra presencia por vías trasversales y tener un efecto «sorpresa».
Para terminar este día, alejándonos de los diversos guardias que nos pisaban los talones, nos hemos dirigido a las termas de Viterbo. Por obvias razones de tranquilidad y bienestar que, como se sabe, sin ellas, la lucha se vuelve fatigosa.
Lunes 2 de noviembre: «cierre administrativo de las Termas de Viterbo y Terni 2»
La parada de relax ha sido de poca duración, ya que esa misma mañana varios coches de la Digos y municipales nos rodeaban, unos para filmarnos con cámaras, otros para cerrar las termas por orden del ayuntamiento. Bueno, la caravana no se quiere, después de muchas comparaciones, reivindicar el cierre de las termas… ¡sino de las cárceles!
La voluntad de volver a Terni en una acción kamikaze nos ha hecho hacer un poco de escalectric con los varios Digos, intentando alejarlos en varios momentos, para intentar una vez más acercarnos bajo los muros. Bueno, con el bloqueo policial, pala en mano a la entrada de la carretera que conduce a la cárcel, hemos decidido dar marcha atrás con estilo. Pero esto ha hecho desencadenar la segunda parada, pero no para todxs. Entonces Terni 2 no es por la segunda parada, sino por el segundo saludo.
En ese punto, algunx hipotiza que la caravana de solidaridad debería llamarse con otro nombre, y dejamos a quien lee que deje volar su imaginación…
En aquellas paradas obligatorias los documentos de todas las personas son pedidos y obtenidos a través de diversas formas de chantaje. Unas cuantas notificaciones se han entregado. No hemos caído en la trampa de las amenazas y provocaciones de ser llevados todxs a la comisaria, a pesar de que un policía intentaba ponernos las manos encima. Interesante, también, cómo un digos actualizaba a un policía (tienen más grado) sobre lo que era esta caravana, que las webs hablaban de ello, que la caravana se reivindicaba de ir a las cárceles desde Terni a Sicilia, y por tanto concluir que éramos portadores de algún disturbio.
Bueno, sí, así es.
Después de un giro en aquella de Terni, pensamos que la fuerte tensión por el Covid dentro de la prisión, la presencia de dos compañeros combativos, allí presos, y la voluntad de fichar y estudiar la caravana nos ha impedido movernos como nos hubiera gustado. Pero pensamos que hay que intentar seguir, también porque el espíritu es bueno a pesar de «estas mierdas pegadas al trasero».
De noche se entra en Roma, incluso después de los primeros problemas mecánicos…
Martes 3 de noviembre: «Casación-Tur a Roma y Rebibbia»
Teníamos ganas, en esa jornada soleada romana, de casarnos todos juntos. Entonces ha nacido la idea de buscar una asquerosa iglesia donde poner en acto ese feo deseo. Bien, nos pareció oportuno ir al lugar donde los curas de la santa justicia se reúnen, incluso disfrazados de Papá Noel: LA CASACION (tribunal superior en el estado español). Además, también tienen como vecinos a los feos jueces de vigilancia de Roma, únicos a decidir (bastonear y matar) a lxs prisionerxs del régimen 41 bis.
El GPS de esta alegre comitiva de fiesteros despega, y nos encontramos dando vueltas a aquel horrible edificio adornado con césped afeitado al milímetro y palmeras trasplantadas, fatalidad en frente a las puertas principales. Entonces determinadxs a continuar las celebraciones, el carro se exhibe en conciertos de bocinas y instrumentos encontrados con tanto de malabarismo en los semáforos para llamar la atención de los desafortunados transeúntes y de los PdM (pedazos de mierda) dentro de aquel teatro del horror. Los bolos en uniforme deciden parar las celebraciones frente al palacio y una lástima para ellos pero los ánimos no se apagan, es más las voces se elevan al grito de «anarquistas en acción contra la casación, para todos, para todas LIBERTAD» o nuevamente «Jueces, verdugos, desafiamos vuestro aburrimiento».
Qué casualidad, pero, que ese día lxs compas de la operación Ritrovo y Bialystok tenían que ver con este juzgado, que además de dar sentencias incomprensibles, se permite invitar a los varios jueces (reexamen o corte de apelación) a reformular acusaciones en lugar de rechazarlas o confirmar. Expresamos aquí nuestra máxima solidaridad a quien tiene que hacer con esta horrenda institución, que se enorgullece de ser la última voz de un futuro de jaula o de libertad. ¡Fuerza y nervios fuertes!
Durante esa parada policial, ahí en frente, las negociaciones dieron una buena idea del asombro de las mierdas: buscaban un promotor, se quería dar un nombre a esta «manifestación», incluso se buscaba saber si una «F» sobre una matrícula significa Francia o Florencia. Se entiende que las actualizaciones sobre las notificaciones hechas el día anterior no son tan inmediatas en sus servidores informáticos.
En definitiva, después de un poco de mecánica y un free-shop descargado en la calle, la foto de los y de las casadxs con las camionetas frente a esta iglesia hace que una linda sonrisa continúe este día.
Lxs invitadxs a la boda deciden continuar el after frente a rebibbia (cárcel) después de tener un debido banquete de bodas en un pequeño parque no muy lejos.
Miércoles 4 de noviembre: «¡Acogida latina 1… y 2!»
La caravana decide retomar el camino y de zarpar hacia Latina, se detiene en un restaurante de autopista cerrada en las afueras de la ciudad para ahuyentar a los invitados no deseados que no se despegaban de las costillas de las camionetas. Sorpresa: no era solo un coche siguiéndolos, ¡sino cinco! La situación se complica un poco… las habituales horas de mierda, pero esta vez con un golpe de escena… registros disfrazados por inspecciones, para justificar la ausencia de verbales en la mano. Y como dicen ellos «¡el que tenga oídos para entender, entienda!»
¡PERO NOSOTRXS ESTAMOS EN CAMPER!
Negativo todo. Sobre todo sus neuronas: AUSENTES.
«Aperitivo en Eurospin (supermercado), nuevo patrocinador de la caravana».
Para una buena continuación de la caravana, después de las horas de parada obligatoria, las compras y los aperitivos compulsivos permiten reagruparnos entre los distintos vehículos detenidos aquí y allá. Porque también otras personas habían sido detenidas. Y nuevamente llega la noticia que desde fuera algunas voces han logrado romper el silencio y la frialdad de los muros de la prisión de Latina, ¡¡por dos veces!!
Intercambiamos unas palabras con las personas que trabaja en ese Eurospin: para ellos la cárcel es una mierda, y nos aconsejan que para ir allí abajo debemos separarnos, que somos demasiado visibles. Bueno, ¡consejo marcado! ¡Un reciclaje de víveres a la hora de cerrar, un dedo medio a las guardias y hop!
¡Volvemos a la carretera!
A pesar de los pequeños mensajes con papel higiénico con varias dedicatorias lanzadas desde la ventana en los varios giros de rotondas, los guardias demuestran una verdadera y propia adulación en estarnos detrás. Después de algunos autodespistes ya no los vemos más, y es con tranquilidad y cansancio… que aparcamos en el Circeo.
Jueves 5 y viernes 6 de Noviembre: «En el Circeo retomamos el aliento, y… ¡Latina 3!»
El día comienza en total calma entre la espuma de las olas, los ladridos de nuestro amigxs caninxs, sesiones de yoga, enjambres de moscas y infinitas charlas para profundizar relaciones, amistades y muchas risas. No faltan las inmersiones en el agua y las skills (evoluciones) a la caravana entre faros nuevos, muebles ajustados y limpieza. La velada termina con una gran hoguera y castañas a la orilla del agua. El único inconveniente que huele un poco, la regañada por parte de aquellos pantalones azules con rayas de rojo para mantener a raya a nuestrxs amigxs caninxs.
Pero ya se sabe: ¡la caravana piensa una y 100 hace!
Y así al día siguiente, tras el bonito gesto del panadero local que trae y ofrece a la wagen-platz los panes para la jornada, salimos a toda velocidad con las ganas de volver a saludar una vez más a nuestra compañera antes de aventurarnos en una nueva dirección y una nueva región. Todxs (más o menos) de nuevo bajo los muros infames para hacernos sentir, luego rápidamente un bonito giro en U e ir ir ir hacia las pizzas fritas, El Vesubio (montaña volcánica) y las hermanas napolitanas, obviamente sin hacernos faltar un par de controles.
Las cifras de la caravana para lxs amantes de las matemáticas y la estadística callejera:
– 6 días
– unos treinta calzones (pizzas dobladas)
– 6 saludos
– 7 paradas obligatorias (por la policía y los carabinieri)
– 0 multas (… ¡por ahora!)
– 585 km (parte del Lacio)
– 3 regiones cruzadas
– 1 boda
– 1 denuncia
– 2 notificaciones
– 782 encendedores perdidos
– 6 vehículos registrados
– 514 encendedores encontrados
– 2512 capuchinos de soja
– tantos gritos dentro y fuera de los infames muros
Viernes 6 de noviembre: llegada a Nápoles… ¡confirmación de la ansiedad del tráfico!
Aunque si nos habíamos preparado muy bien para la llegada napolitana, con un lugar seguro fuera de la ciudad donde estacionar (¡que no es poca cosa!), orientarnos y llegar todxs juntxs, también para reagruparnos con quien se empeñaba en los saludos en latina, ha resultado como en las mejores malas suertes: ¡ESTAMOS PERDIDOS! y no una vez! Qué bueno pero, en perderse después de un par de aventuras en el tráfico tentacular napolitano, a las 22h01, hora del cubrefuego, perderse justo debajo de Poggioreale (cárcel), así comienza un saludo con gritos y bocinas (matrimonio docet) a pesar de estar en pleno apogeo por la calle. Entonces una llegada como nos gustaba: desafiando el toque de queda llegamos al lugar encontrado para dormir sin perdernos el sermón de los guardias que nos recuerdan que el covid divaga y por la noche debemos quedarnos en casa Finalmente aquí estamos, transporte tras transporte, en «casa», o sea un campo ocupado donde, gracias a una mega hospitalidad, nos quedaremos varios días.
Sábado 7 de noviembre: Nápoles, ¡aquí estamos! ¡desayuno! ¡asamblea! ¡charla! Nápoles 1!
De premisa, aprender a movernos de la periferia al centro en tantxs, reencontrarnos parecía un gran desafío. ¡Quién en transporte público, quién en coche y quién en bicicleta! ¡Mucho respeto a lxs tres ciclistas del extremo, que de todas formas se han hecho ofrecer una pizza mientras había que cambiar una rueda en la calle!
A pesar de que la conferencia anti-carcelaria no se haya hecho, había una charla en un espacio, que quería mantener alta la tensión/atención sobre la situación carcelaria, por lo tanto salir a la calle bajo las cárceles continuando un sendero territorial, y integrar nuestro empujes caravanescos para ir y vagar juntxs. Gracias de corazón por la comida: pasta, lentejas preparada por los lugareños y nuestros banquetes de distribución de las serigrafías, del licor, de benefit, el primero de la caravana, que para nuestro objetivo de hacer dinero para las arcas anti-represión han dado sonrisas.
A última hora de la tarde un nutrido grupo de compañerxs saluda a los prisioneros de Poggioreale donde nos comunican que hay varios «positivos» al covid (más o menos treinta solo en un pabellón) algunos pabellones aún no han hecho las pruebas y los internos enfermos no reciben los adecuados tratamientos y permanecen en las celdas comunes junto con los que siguen siendo negativos al virus sin ninguna precaución. Los invitamos a escribir afuera, les informamos de las varias protestas que han puesto en marcha compañerxs prisonerxs, les expresamos nuestra fuerza y nuestra cercanía con quien enfrenta la cárcel, el régimen 14bis, las mierdas del tribunal de vigilancia y más.
Después de algunos eslóganes, canciones y el efecto pirotécnico, nos perdemos por ahí, alejándonos de las grabaciones de los Digos, entre las estrechas y concurridas calles del centro napolitano que no parece demasiado interesado en el Dpcm.
Domingo 8 de noviembre: Pozzuoli: prisión de mujeres
Al medio día la caravana se traslada a la cárcel de mujeres de Pozzuoli, donde observados por los inevitables digos con chaqueta y bolso intentamos comunicarnos con los internos, inicialmente sin recibir respuestas. (Hemos sabido que hace algún tiempo, luego de una protesta, la directora chantajeando había disuadido a los presas de responder a los saludos)
Pero después de un poco de música y unos eslóganes, las detenidas nos piden que nos traslademos donde seamos más visibles y vuelve a empezar un emotivo saludo con mucha ilusión con la ayuda de Lady Gaga.
Se vuelve a la Wagen-platz, hoguera, música y charlas.
Lunes 9 de noviembre: pimp my van y encuentros varios
Una jornada de re-styling para nuestras furgonetas para que sean lo más discretas posibles en tiempo de zonas arcoíris, toques de queda y zonas de semi lock down decidimos darnos un aire más sobrio con pegada de carteles y un writer muy conocido de la zona (cuyo nombre no desvelaremos, aunque si la pieza está firmada…) nos deja una dedicatoria sobre la furgoneta.
Con la voluntad de volver a encontrarnos con las personas que hemos encontrado o conocido de los primeros dos días y las ganas de tomarnos una plaza (y una pizza) en los días a seguir, la jornada se llena rápidamente.
Martes 10 de noviembre: A pie…
Una jornada de descompresión con un giro por el centro y así entre la multitud napolitana nos reconforta la elección de montar una iniciativa en la plaza para darnos a conocer, para hablar de cárceles y de las dos semanas de solidaridad a lxs prisionerxs anarquistas. También porque sentir la presencia importante de tantas personas en el centro no estaría nada mal estar allí también nosotrxs, y entre una pizza frita y otra elegimos la plaza adecuada para hacernos ver!
¿Sabíais que a Nápoles los baños públicos son escasos pero si intentas orinar en los callejones el bidé es gratis y te llega volando directamente desde el balcón del primer piso? ¡nosotrxs no lo sabíamos!
Miércoles 11 de noviembre: nosotrxs vamos a la plaza: San Domenico viene rodeada…
Llevamos en una de las plazas más frecuentadas napolitanas muchas de nuestras artes, nuestros conocimientos y lo que somos, entre los inevitables banquetes distribuciones y serigrafía nos tomamos espacio para hacer entender a quienes nos rodean quiénes somos con la exposición creada por compañerxs del norte y con una jam session de espesor con lxs habituales musicos de la zona.
Los esbirros nos observan desde lejos, pero después de canciones líricas y canciones revolucionarias, se alejan antes del cierre de esta micro TAZ (zona temporalmente autónoma).
Dando panfletos a todo trapo, las diversas personas curiosas/valientes se acercan y es una gran mezcla de charlas, debates y confronto sobre un fondo musical.
No es una leyenda que «trozos de mundo se encuentran en Nápoles», y es con sorpresa que algunx ve a un compañero extranjero después de años o que una persona después de ver escrito «bialystok» y que nos pregunta el por qué, nos dice que nació en esa ciudad!
Por elección, los licores u otros aguardientes no estaban a la venta, a pesar de esto un poco de dinero ha podido entrar a la caja benefit, sin embargo, se sintió que no hay dinero en los bolsillos, pero no importa, es bien otra cosa que hace riqueza. Mientras tanto, ¡todos nuestros banquetes son a oferta libre!
Hacia la noche volvemos a la wagenplatz, después de habernos saludado teniendo la sonrisa de haber tomado espacio, tiempo e incluso compartido un paseo para traer a algunas personas a casa.
Jueves 12 de noviembre: Secondigliano – Peastum solo ida
Preparamos los vehículos para la continuación del viaje y saludamos con un poco de tristeza a algunxs compas y amigxs que reparten por el camino de regreso (pero nos han prometido que regresarán)
Por la tarde intentamos un último saludo a la cárcel de Secondigliano pero la logística del lugar nos impide comunicarnos con lxs prisionerxs sino con los guardias y tras un par de recorridos por el barrio decidimos abandonar el proyecto. Estamos un poco amargadxs, pero nos damos cuenta que necesitamos entender mejor los ámbitos que rodean las prisiones. Bueno, ¡en una caravana después de la ida siempre está la vuelta!
Para salir de Nápoles ha sido una época, desde la periferia norte de la ciudad, a la tangencial preferimos el centro ciudad! ¡Qué delirio! Nos dirigimos hacia el sur, esta vez eligiendo un destino costero de cierta importancia histórica.
Viernes 13 de noviembre: mar perfume de mar
Nos dejamos llevar por el aroma de la salinidad y de la arena que nos frota entre los dedos de los pies, lxs más atrevidxs se lanzan a un tonificante baño y la jornada nos pasa rápido entre charlas y risas. Bueno, incluso entre los diversos ajetreos diarios: encontrar agua, lugares para reciclar comida o alimentos a precios de quiebra, ¡y estas camionetas que han vivido y que siempre hay que arreglar aquí y allá!
Próximas citas: Cruzamos las regiones, siempre más al sur