Traducción recibida el 26/02/2021:
El 22 de febrero del 2021 vienen procesados en Trento 7 anarquistas por «terrorismo», algunos de ellos con la acusación de haber incendiado y destruido completamente, en la primavera del 2017, el laboratorio CryptoLab de la Universidad de Trento. Junto a la pared ennegrecida viene encontrada la pintada: «CryptoLab investiga para la guerra».
En la página de presentación del laboratorio (ya no accesible en todas sus partes, que casualidad) se hablaba explícitamente de criptografía «para uso militar» y el currículum de Massimiliano Sala, el profesor que coordina el laboratorio, no deja dudas: en el 1996 ha sido «Guardiamarina con tareas de investigación», para luego colaborar con el centro de investigación de la defensa ORMEDIFE, desde el 2003 al 2007 con STMicroelettronics – empresa dedicada en producciones para Defensa y con el aeroespacial -, desde el 2010 hasta al menos el 2017 con TELSY en el campo de la criptografía, con el Ministerio de Defensa en la criptoanálisis, con la Presidencia del Consejo de Ministros siempre en el campo de la criptografía. Entre septiembre del 2013 y agosto del 2016 FBK y Cryptolab han colaborado con Thales Alenia Space del grupo Finmeccanica, uno de los mayores fabricantes de armamento del mundo. Entre otras cosas, la Thales ha fabricado los drones utilizados en los bombardeos en Afganistán.
A partir de ese hecho, la Facultad de Ciencias permanece cerrada por un cierto tiempo y cuando reabre los accesos están limitados y bien controlados: en el fuerte donde se trabaja a la guerra no se entra tan fácilmente…
Aquel fuego que estalló en la primavera de 2017 ha dejado claro que la máquina de guerra, hecha además que de soldados también de antenas y laboratorios, se puede atascar.
El Ejército hoy desplegado en la Italia de la campaña de vacunación y del toque de queda hasta el final, aquello de las ocupaciones militares en el exterior y siempre abastecido de armas por empresas como Leonardo (antes Finmeccanica), necesita además de soldados también de ingenieros dispuestos a ofrecer conocimientos útiles a la máquina de la guerra.
Si alguien se ha molestado en intentar pararlos, nosotros estamos de su lado.
Solidaridad con Rupert, Stecco, Nico, Poza, Sasha, Agnese y Giulio.
Antimilitaristas