Traducción recibido el 10/04/2021:
La dominación ha adquirido un ritmo de mutación deslumbrante. El velo del progreso tecnológico está cubriendo el mundo tal como lo conocíamos. El desastre ecológico no está «llegando», está ya aquí. Mientras el progreso industrial avanza triunfalmente, la inestabilidad en todos los niveles (social, político, económico, ecológico) está aumentando. Un desafío difícil para aquellxs que continúan luchando por la libertad como totalidad, y no como una negociación sobre la longitud de nuestras cadenas. Los viejos modelos de intervención revolucionaria están desapareciendo mientras avanza la urgencia de nuevas perspectivas.
Hace un siglo, los anarquistas a orillas del Río de la Plata en América del Sur declararon la guerra al poder y se encontraron «cara a cara con el enemigo». Lo fueron a buscar a las madrigueras donde se escondía y lo atacaron. Bombardearon bancos, comisarías, instituciones, acercándose cada vez más a él. Con la anarquía en el corazón y la pistola en la mano, siguieron adelante, sin esperar a la masa o la construcción de un movimiento amplio. Y cada bomba que metían resonaba con las numerosas publicaciones que difundieron. Acción e idea iban de la mano. Juntas.
Hoy, ¿Cómo hacemos a encontramos «cara a cara con el enemigo»? ¿Dónde se esconde? ¿Dónde podemos golpearlo? Mientras la dominación cambia hacia nuevos modelos, los anarquistas y los rebeldes amplían sus miradas. En este último año, en medio de un cierre sin precedentes en nombre de la salud colectiva, muchos han salido de noche para encontrarse cara a cara con el enemigo. Los ataques se han centrado contra los objetivos de la represión como las comisarías, las cárceles y las instituciones estatales, mientras que una vasta ola de sabotajes apuntaba a las arterias de la dominación: sus redes de telecomunicaciones, transporte y energía.
Hace unas décadas, un crítico del industrialismo escribió: «No debería sorprendernos, por tanto, que en más de un sector el complejo del poder sea sometido a fuertes tensiones. Aunque si inmune a cualquier ataque frontal, si no por parte de otro sistema de poder de igual tamaño, este gigante es particularmente vulnerable a los asaltos de guerrillas localizada y a las incursiones, contra las cuales sus defensas son absolutamente impotentes; como lo fue Goliat, fuertemente acorazado, contra un ágil David que no ha elegido de usar las mismas armas o golpear las mismas partes del cuerpo». Hoy, este es más que nunca el desafío para lxs anarquistas. Combatir en pequeños grupos, sin ninguna centralización, golpeando al enemigo sin descanso con todos los medios y creatividad que tenemos a nuestra disposición, aprender a tener fuera de nuestras vidas y de los círculos cuanto más posible el fastidio tecnológico, apoyándonos y ayudándonos mutuamente en todas las formas posibles para crear buenas condiciones para continuar las hostilidades en un mundo que tiende a cerrar cada vez más los espacios a nuestra disposición. Sin alguna garantía de que estos caminos llevarán al mundo a la anarquía, pero sabiendo con certeza que esta vida vale la pena de ser vivida.
Pincha aquí para leer/descargar la publicación en francés.
Fuente:
//infernourbano.altervista.org/faccia-a-faccia-con-il-nemico/