Sigue una adaptación de la retransmisión especial de Radiocane sobre los sucesos de East Flatbush en Brooklyn, Nueva York:
Every 36 hours. Cada 36 horas es asesinada una persona de color por la policía de los Estados Unidos. Desde principios de 2013, van ya más de 20 homicidios a manos de la policía hacia la población negra. El sábado 9 de Marzo, el brazo armado del Estado americano ha golpeado de nuevo, en Brooklyn: con once disparos de pistola asesinaron a Kimani Gray, un chaval negro de 16 años. Durante algunos días, en el barrio donde vivía, East Flatbush, explotó la revuelta. Hemos hablado con Kirilov, un compañero de Brooklyn.
Brooklyn es la parte más habitada de la ciudad de Nueva York, está unida a Manhattan (el centro de la ciudad) por dos puentes y diferentes líneas de metro. Está compuesto por distintos barrios considerados residenciales donde vive gente que trabaja predominantemente en Manhattan y, además ,está compuesto también por distintos barrios de carácter proletario o sub-proletarios, llamados guettos.
En los últimos 15-20 años ha habido un proceso masivo de gentrificación de Brooklyn y de las zonas más cercanas al centro.
East Flatbush está social, material y geográficamente distante de estas partes de Brooklyn de la nueva gentrificación. No ha habido ingentes inversiones de capital, hay poquísimas multinacionales, poquísimos bancos y difícilmente puedes encontrar un supermercado. Fundamentalmente puedes encontrar pequeños negocios, droguerías, barberías y cosas del estilo. La población es predominantemente afrocaribeña, proveniente de Trinidad y Tobago, Jamaica. A fin de cuentas, se trata de una zona bastante deprimida e incluso la vida pública es distinta a la otras partes de Brooklyn dado que no existen esos niveles de contención social que es una de las premisas para desarrollar los proyectos de gentrificación.
El sábado, 9 de marzo, un chaval negro de 16 años, Kimani Gray, fue asesinado por la policía con 11 tiros, de los cuales 3 fueron por la espalda, desgraciadamente se trata de un acontecimiento bastante frecuente en la ciudad de Nueva York y, en general, de los Estados Unidos, donde habitualmente la policía asesina a chavales de esas edades. El lunes siguiente, hubo una manifestación en el barrio que, a pesar de lo que esperaban los distintos partidos incluso de izquierda de Nueva York, acabó en una especie de disturbios donde muchxs chavalxs jóvenes de la misma edad de Kimani, más o menos de entre 16 y 20-23 años empezaron a atacar a la policía con botellas y piedras. También al día siguiente, el martes, hubo una convocatoria para una manifestación que tuvo mucha participación de algunos grupos de izquierda en la que no pasó nada, no fue más que una manifestación rutinaria, una especie de colección de individuos. También el día después, estas figuras de izquierdas se presentaron con su habitual y aburrida actitud de manifestación de rutina y también, por alguna razón, había gran presencia de estxs chavalxs de la misma edad y perfil social que Kimani Gray, y estaban allí. Estaban allí esperando y, con aire de aburrimiento, miraban a estas figuras de la izquierda y a un cierto punto explotó nuevamente una situación de disturbios.
No tenemos que pensar en unos disturbios como normalmente nos los imaginamos, sobre todo, por la joven edad de las personas que se rebelaron, muchxs de ellxs tenían 14, 15, 16 años. Era una especie de juego con la policía, ellxs atacaban a la policía con piedras y botellas, luego les perseguía la policía, escapaban y volvían con, todavía más, piedras y botellas. En cierto momento, incluso, entraron en una lavandería, miraron un poco alrededor y después salieron, pues se trata de una zona en la que es difícil realizar expropiaciones.
Al día siguiente, el jueves, hubo una manifestación más, esta vez con mucha participación de figuras de partidos institucionales y de la izquierda que se lamentaron notablemente por los desórdenes de los días anteriores, atribuyéndolos frecuentemente a agitadorxs externxs.
Ante todo sucede que, en Nueva York, donde se da habitualmente que alguien sea asesinadx en un control policia, no es tan frecuente que haya dos días de revuelta. Nueva York es una ciudad muy apática y también muy controlada desde el punto de vista social con muchos medios y sistemas de videovigilancia, sistemas policiales, pero también por otros dispositivos sociales. Otra cosa que habría que subrayar es que ha habido una manifestación cada día después del asesinato de Kimani Gray e incluso esto es un dato bastante significativo y no normal para la ciudad de NY. En NY es difícil tener una situación de solidaridad y de apoyo así, continuo durante días respecto a un suceso del estilo.
Desde el punto de vista del tratamiento mediático, podemos decir que también en este caso hemos asistido a dos tipos de estrategia por parte de las televisiones y los periódicos: por un lado, tenemos la típica representación espectacular, una representación que tiende a vaciar los eventos y los episodios de todo elemento que les pueda, de alguna manera, implicar; y, por el otro, ha habido un fuerte proceso de criminalización de Kimani Gray, tratamiento bastante típico por parte de los media, los mass media empezaron a discutir sobre si Kimani tenía una pistola consigo en el momento de su muerte o incluso empezaron a hablar de su pasado criminal, o de su relación con supuestas bandas del barrio o de Nueva York, en general. Obviamente, desde un punto de vista radical o revolucionario, casi que el pasado criminal de Kimani Gray no nos interesa, lo que nos interesa es el hecho de que un chaval de 16 años ha sido asesinado por la policía en la calle.
Desde el punto de vista de la solidaridad, hay una red llamada Fire Next Time que ha comenzado a escribir textos interesándose por la cuestión, que ha producido panfletos que se han repartido por el barrio y que se han esforzado mucho en los sucesos de estos días en East Flatbush. También han hecho una página web para recoger fondos para apoyar a lxs 45 detenidos que hubo estos días. Aquí hay que decir que el jueves, durante la última manifestación, hubo una gran presencia, no solo de las figuras de la izquierda de las que hemos hablado antes, sino también de componentes revolucionarios de la ciudad.
Habría que subrayar también algo que es un problema en Europa y que aquí se trata del mismo problema y es que existe una dificultad en el crear conexiones de relación entre los movimientos revolucionarios y lxs habitantes de barrios de personas excluidas y al margen de la sociedad y, a pesar de los esfuerzos realizados por lxs compas del movimiento revolucionario para crear estos vínculos, es bien difícil decir cuánto se está consiguiendo en esta dirección.
Para entender la situación en los Estados Unidos de América, hay que tener en cuenta que existe un equilibrio constante de fuerzas entre el Estado y la población negra y, sobre todo, la joven. Esto tiene que ver un poco con las raíces fundacionales de este país que se basan abundantemente en la violencia sistemática contra lxs negrxs. Incluso, hay teorías que sostienen que, por ejemplo, la esclavitud, más que un medio para obtener beneficios de la explotación del trabajo de lxs esclavxs, fue un ejercicio de violencia sobre la población negra necesario para dar base al Estado americano. El 43% de la población negra americana ha estado al menos una vez, por una u otra razón, en la cárcel con acusaciones habitualmente pretenciosas. En EEUU existe una numerosísima población carcelaria, verdaderamente enorme, en su mayor parte compuesta por gente negra. Así que habría que decir que, de forma sistemática, EEUU funciona en base a una masiva dosis de violencia hacia la población negra.
Específicamente, en la ciudad de Nueva York, tenemos un enorme despliegue de fuerzas del orden con 44000 agentes cuya táctica principal, a partir de los años ’90, ha sido la del “Stop and Frisk”, del “alto y registro” en el mismo lugar, y esta táctica coincide y comienza a emerger en el momento en que la gentrificación avanza en algunos barrios. El hecho de que te puedan parar en cualquier momento con cualquier pretexto de la policía y que te cacheen es una forma de violación de la dignidad personal. Y verdaderamente de esta manera mucha gente es arrestada por las cosas más pequeñas, más mínimas, con simples pretextos.
NY es un sitio muy controlado y claustrofóbico. Hay constantemente policía que te mira, que te vigila. Constantemente ves a gente que a la que detiene y arresta la policía. Y, obviamente, esta estrategia de “Stop and Frisk” está dirigida de manera privilegiada a la población negra.
Por la manera en que yo entiendo la crisis, a ver, habría que decir que normalmente pensamos en la crisis como algo que tiene importantes implicaciones de carácter social, pero esta no es la mejor manera para comprender la cuestión de la crisis. Cierto que existen tensiones que tienden a emerger, a explotar de diferentes maneras. Tensiones que han aumentado a partir de 2008. En fin, para hacerme entender, lo explicaré de la siguiente manera: mi abuela me contaba que durante la crisis del ’29, durante el hundimiento de la bolsa de Nueva York, en los barrios financieros había gente que se lanzaba por las ventanas. La gente negra no se comportaría jamás de una manera así de estúpida por el simple hecho de que siempre han sido pobres y siempre han tenido problemas de carácter económico. En cierto modo, se encuentran en una invariable situación de pobreza. El hecho de que desde el 2008 estén aumentando las tensiones y las explosiones espontáneas de rabia se debe solo al hecho de que esta condición, en cierta manera, invariable de pobreza de la población negra simplemente comienza a empeorar con la crisis económica. Y las tensiones se exasperan. Por ejemplo, si te recortan las subvenciones sociales, para mucha gente de color eso significa privarles de su único medio de sustento, así que se encuentran en una situación de casi imposibilidad de supervivencia. Por ejemplo, si consideramos que un tercio de la población americana negra está en la cárcel, los recortes que se realizan en los servicios carcelarios por cuanto se pueda entender con una expresión tal, tienden simplemente a empeorar una condición, la condición invariable de la miseria de la cárcel. Y así, hemos visto, por ejemplo en los últimos dos años, significativos momentos de lucha en las cárceles y hemos visto también una revuelta abierta y plena en San Francisco y creo que todas sean modalidades para responder a una crisis que se está manifestando de diversas maneras.
Otra cosa que habría que subrayar es el tratamiento que hay a nivel mediático de la crisis económico-financiera. Aquí en los media se presenta la cuestión como un problema, sobre todo, europeo, así que en los media americanos no encontramos nada que tenga que ver con el empeoramiento de las condiciones de la población negra americana. Es una percepción que se tiene más a nivel underground y que sin más explotará de distintas formas. La de East Flatbush ha sido solo una primera muestra.
Para más información en inglés: Fire next time