Prólogo y uno de los poemas de la presa anarquista, Kelly Rose Pflug-Back, que puedes encontrar en “These Burning Streets [Estas calles en llamas]”. Todos los beneficios que se saquen de la distribución de esta publicación se destinarán a Kelly hasta que salga en libertad.
Como forma creativa, la poesía tiene el potencial de ser más anárquica que otros estilos literarios. Mientras la ficción típica y el periodismo suelen necesitar algo de estructura narrativa para alcanzar su objetivo, la poesía reduce el lenguaje a sus materias primas, un medio no atado a las reglas gramaticales, de puntuación o a la cronología. Gran parte de la magia de la poesía es el poder que tiene para romper fronteras, trascender o ignorar las divisiones artificiales construidas por la sociedad para separar lo mítico de lo real, lo bello de lo monstruoso, lo valioso de lo inútil, lo sagrado de lo mundano.
El libro que estás a punto de leer es el producto destilado de nueve años de cuadernos, trocitos de papel aleatorios y garabatos en paredes de edificios abandonados y habitaciones alquiladas. Algunos de estos poemas, como “Wolf Suit” y “Holes in the Backdrop”, los escribí cuando tenía 14 años y vivía en una pequeña ciudad al norte de Peterborough, Ontario. Otros, como “A Cure for the Water Trapped Inside Your Body” y “Words to Chart Elapsed Time”, los tuve en mente durante años, los bosquejé cuando recorrí Canadá durmiendo en escaleras de entrada de edificios siendo adolescente, totalmente convencida de mi falta de talento, inteligencia y de cualquier mérito perceptible que me invitara a dejar constancia de mis pensamientos en papel.
Como el amor, la creatividad es una de las pocas fuerzas esenciales en este mundo que son realmente ingobernables. Se podrían citar miles de ejemplos que afirmaran que la rabia es igual de potente, pero creo que las formas de rabia más puras y fértiles no son las que provienen del rencor a lo que unx se opone, sino del amor a lo que unx defiende. Tanto el amor como la creatividad pueden ser tan abrumadores que barren las falsas pretensiones de las sociedad humana, revelando la naturaleza falsa y superficial de todas las cosas que nuestra especie ha consagrado. Ante la adversidad, ambas tienen formas únicas de florecer a pesar de sus limitaciones. Estos caminos nos inspiran a traspasar las fronteras y divisiones que la sociedad nos impone, pese a la gravedad del riesgo que implican estas transgresiones.
_
Salón de baile improvisado
Las personas de ojos así de grandes,
esas personas están programadas para amar a casi todo el mundo
me dijo una vez la madre de alguien,
sacándose un collar caro de su lagrimal.
Me miré los pies por si había grietas en el suelo después
pero aun así sentí que la espalda me cambiaba de forma.
Me pinché un dedo y me quedé dormida
pensando que me despertaría y confundiría tus pupilas
con pequeños refugios en la noche
por las ventanas reflejadas en ellas.
Me soplé demasiado alto hacia las agitadas ramas verdes de alguien
y hasta eso me agotó;
proyectando algo totalmente eliminado,
hilos perfectos y antisépticos y arrastrados de lucecitas.
Creo que ni tú ni yo nunca estuvimos hechas para esta caída sin polvo;
ni serafines ni gaviotas parásitas
más bien soldaditas de plomo atrofiadas
en este desfile azul eléctrico de niñas guapas.