El 4 de julio de 2014, en el Tribunal de Roma, se llevó a cabo la segunda audiencia en el juicio contra Gianluca y Adriano. A pesar de ser a puerta cerrada, algunxs solidarias han entrado en el sala aprovechando el momentáneo vacío de control, debido a todas las formalidades ceremoniosas que caracterizan a la fase inicial de las audiencias. Han gritado con fuerza su rabia contra un procedimiento que tiene lugar en la total ausencia de los acusados. Después de unos minutos, fueron empujados fuera de la sala por los carabineros presentes, mientras el juez parecía ignorar lo que estaba pasando.
Recordemos que el juez D’Alessandro, aceptando la solicitud del fiscal, ha establecido que el procedimiento se lleve para los acusados en videoconferencia; tanto Gianluca como Adriano han decidido de no participar en la farsa vejatoria, negandose de aparecer a través de una pantalla.
Durante su acusación el fiscal Minisci, personaje tristemente famoso para lxs compañerxs en cuanto también fiscal del procedimiento por los hechos sucedidos en Roma el 15 de octubre de 2011, en el intento de fortalecer las pretextuosas acusaciones de 270 y 270 bis ha mencionado también algunos hechos que han sucedido fuera de Italia, creemos con el propósito de asomar así una fantasiosa asociación subversiva internacional. Concluyó su delirio con la petición de una condena de 8 años para Adriano y 9 para Gianluca.
La audiencia fue aplazada hasta el 18 de julio para la discusión de la defensa y probablemente, para la lectura de la sentencia.
Reafirmamos nuestra solidaridad con los compañeros acusados y la necesidad de no bajar nuestro nivel de atención sobre el instrumento de la videoconferencia que en el Código de Procedimiento Penal, está prevista sólo como una medida excepcional pero que ya viene aplicada con regularidad, por ejemplo, por el Tribunal de Vigiláncia de Roma.
¡No dejemos que pase bajo silencio otro intento de aislar aún más a lxs compañerxs de sus contextos afectivos y de lucha!