Huelga de hambre de Nikos Maziotis, miembro de Lucha Revolucionaria, en el marco de la movilización de lucha de los presos políticos.
Los últimos 15 años, y especialmente tras ser declarada la guerra contra el “terrorismo”, el sistema capitalista a nivel internacional toma características cada vez más totalitarias con el fin de imponer la dictadura de los mercados y los intereses de la élite económica supranacional que emergió a través del proceso de la globalización tras el fin del bipolarismo. En este contexto, la represión y el blindaje del arsenal legislativo y penal de los Estados es de mayor importancia y se implementa con el fin de la reproducción del sistema, en un ambiente globalizado contra lxs enemigxs políticos del nuevo estado de cosas, y especialmente contra la amenaza de la acción armada revolucionaria, sobre todo los últimos años, tras el estallido de la crisis financiera mundial.
El Estado griego, que está atado al carro del Capital supranacional, ha adoptado las reformas neoliberales según las adoctrina la Unión Europea, además de actualizar su arsenal legislativo y penal según las demandas de la “guerra antiterrorista” internacional. Así, en 2001, votó la primera ley “antiterrorista” (artículo 187 del código penal sobre las organizaciones ilícitas), en 2004 votó la segunda ley “antiterrorista” (artículo 187A sobre las organizaciones terroristas), en 2009, poco después de la revuelta del 2008 votó la ley de la capucha [que criminaliza a lxs manifestantes con la cara encubierta], y en 2010 modificó el artículo 187A endureciéndolo. En 2010, tras una orden de la fiscalía, impusieron la medida de la toma violenta de muestras de ADN, y finalmente el verano del 2014, como continuación y consecuencia natural de su política represiva, votó la ley por las prisiones de tipo C.
Este avance gradual del ataque represivo por parte del Estado se iba intensificando durante todos estos años en paralelo con las reformas neoliberales de los gobiernos griegos, sin embargo, se agudizó aún más tras el estallido de la crisis financiera mundial, la revuelta del diciembre del 2008 y la puesta del país bajo el poder del Fondo Monetario Internacional, del Banco Central Europeo y de la Unión Europea con la asignatura del primer memorando del 2010.
Dentro de estas condiciones, donde el régimen ha perdido el consenso social del cual se aprovechaba antes de la crisis, debido al feroz ataque que ha desatado desde hace 6 años, la represión y la legislación “antiterrorista” son pilares y prerrequisitos fundamentales para la perpetuación del sistema.
La deslegitimación del régimen a ojos de la mayoría social por causa del robo social más grande que se ha desatado en su contra, con la hambre, la pobreza y la miseria que azotan al pueblo, con las miles de muertes por suicidios, por enfermedades, por la falta de bienes básicos, con lxs miles que quedaron sin hogar y aquellxs que se alimentan de la basura o dependen de los comedores sociales, todo eso crea las condiciones apropiadas para la perspectiva de la revolución y de la subversión de un régimen que es responsable de la crisis y todos los males que le siguieron.
La toma del Poder y de la administración de la crisis capitalista por parte de Syriza tras las elecciones del 25 de enero del 2015 no cambia de verdad las cosas. A pesar de las promesas pre-electorales por la abolición de los memorandos y el canje de la deuda, la política que se ha comprometido a seguir el gobierno de Syriza no difiere de la que aplicaron los gobiernos anteriores y esto se prueba por el pedido de extensión del presente memorando-programa de rescate, con indiferencia de si con sus trucos propagandísticos no lo llaman memorando o si se refieren al Fondo Monetario Internacional, el Banco Central Europeo y la Unión Europea como instituciones y no como Troika. En realidad, el gobierno de Syriza ha aceptado tanto los memorandos, como la deuda, y tras la extensión del presente memorando-programa de rescate firmará uno nuevo, con todo lo que esto conlleva.
Como miembro de Lucha Revolucionaria y como preso político en las prisiones de tipo C creo que solo el camino de la subversión y de la revolución social, popular y armada puede dar la salida de la crisis, derrocar los memorandos y los contratos de préstamo y borrar la deuda. Como miembro de Lucha Revolucionaria y preso político en las prisiones de tipo C, en el marco de la movilización de lucha de los presos políticos contra las legislaciones especiales “antiterroristas” y contra los tribunales y las prisiones especiales, a partir del 2 de marzo participo en la huelga de hambre, reivindicando:
1) La abolición de la primera ley “antiterrorista” del 2001, artículo 187 (sobre las organizaciones ilícitas).
2) La abolición de la segunda ley “antiterrorista” del 2004, artículo 187Α (sobre las organizaciones terroristas).
3) La abolición de la “ley de la capucha”.
4) La abolición de la ley por las prisiones de tipo C.
5) La excarcelación de Savvas Xiros, condenado por su participación en la organización 17 Noviembre, por razones de salud.
Nikos Maziotis, miembro de Lucha Revolucionaria
Prisiones de tipo C de Domokos