Traducción recibido el 29/10/2020:
En la madrugada del 21 de mayo de 2019, el ROS de Turín han dado el LA a la fantasiosa Operación Prometeo irrumpiendo en nuestras vidas y secuestrándonos en las cárceles, acusadxs de un atentado con fines terroristas.
Casi tres años de investigación si queremos incluir los diez meses posteriores con los que han continuado recogiendo material probatorio, fusionando también intercepciones ambientales extrapoladas de las visitas en prisión con familiares. Tres años de seguimientos y de espiar nuestras vidas, nuestras relaciones amistosas y afectivas. TRES años empleados a consolidar el constructo de nuestra personalidad mostrificada para ser llevada a juicio para justificar un implanto acusatorio basado en muy pocas pruebas relacionadas con el hecho específico, o sea la acusación de enviar paquetes explosivos al entonces director del DAP (Departamento Administración Penitenciaria) Santi Consolo, ya los dos fiscales Roberto Sparagna y Antonio Rinaudo.
Leyendo los documentos resulta evidente como la montaña indescriptible de material recogido con el cual reafirman nuestro ser anarquistas refractarixs al orden establecido supera con creces las supuestas pruebas sobre el episodio en cuestión. Pruebas que, como ya se ha explicado en otros escritos, equivaldrían a un par de tomas granuladas en las que se hipotiza la compra de algunos materiales sin que sea posible en ningún modo acreditar su compra, y un par de intercepciones entre las muchas que los investigadores consideran indicativas de una presunta implicación sin considerar que se trata de diálogos completamente descontextualizados y hábilmente reconstruidos con esa pizca de malicia y astucia con la cual, ya desde hace décadas envisten investigaciones del genero. Un revoltijo de elementos bastante bufos, digamos, sobre los cuales casi se podría reír, si no fuera porque dos de nosotrxs seguimos encerrados y que lo que está en juego son 20-30 años de reclusión, si el cargo de acusación regiría en el juicio.
El mensaje más o menos explícito que hemos podido leer entre líneas de las distintas sentencias de rechazo a las solicitudes de liberación es este de aquí: si no es posible afirmar con certeza que son los responsables, el hecho de que son anarquistas y que nunca han hecho un misterio de su simpatía hacia ciertas prácticas es suficiente para vincularlos al hecho específico.
En este procedimiento, se debe tomar en consideración aquellas que son las partes ofendidas. El jefe de la policía penitenciaria y dos magistrados del tribunal de Turín. En definitiva, tres hombres de Estado, que representan su figura según su más vulgar declinación punitiva y retrograda adoptada contra quien es incapaz de estar a las reglas del juego. Entrando en el mérito de estos personajes y de las atrocidades de las cuales se han hecho responsables, la realidad de los hechos habla con claridad.
Tanto por citar algunos, el DAP es responsable de convertir las cárceles en lugares de tortura, basta recordar a los 14 prisioneros muertos durante las revueltas de marzo o la carnicería del pasado 6 de abril en el penal de Santa María Capua Vetere. La normalidad de estos lugares revela decenas de suicidios anuales, palizas y furia contra los detenidos que deciden conquistarse condiciones más «dignas».
Antonio Rinaudo, por su parte, ha estado en los últimos años involucrado en la feroz represión de la lucha contra el TAV, contra los desalojos, contra los CPR (Centros para extranjeros) y contra la gentrificación del barrio Aurora de Turín.
Roberto Sparagna resulta bien conocido en las crónicas por ser el artífice del maxi juicio Scripta Manent con el cual quisieran enterrar bajo decenas de años de prisión a compañeros y compañeras retenidxs responsables de una serie de acciones directas que han hecho atormentador el sueño de los patrones en los últimos 20 años. Es a partir de la condena de primer grado que posteriormente han surgido otras operaciones represivas, como Prometeo o como la reciente Bialystock que aparecen casi como extensiones de Scripta Manent para intentar aplastar a cualquiera que se haya aventurado a ser cómplice de la «Champions League» de la anarquía, como la ha definido Sparagna refiriéndose a lxs imputadxs del maxi juicio. En definitiva, para ellos existen malxs que van más allá de los límites de la aceptabilidad democrática, y si alguien se atreve a ser solidarix con los malxs, va reprimidx a su vez.
Que sea una advertencia para todos y todas. Considerando la esencia y el calibre de las partes ofendidas, es aun más evidente el mensaje inquisitorial: la respuesta va dada, algunx hay que punir por fuerza independientemente de su implicación probada en el hecho especifico que incluso asume casi menos relevancia respecto al entorno. Y visto que son anarquistas solidarixs con los malxs, se prestan perfectamente para un castigo ejemplar.
No había necesidad de un espionaje obsesivo y maníacal de nuestras existencias que ha durado tres años para sacar la moraleja de la fabula de llevar a juicio, es decir, que este mundo tal como es nos da asco y que no entendemos vivir una existencia con la cabeza gacha. Nunca hemos hecho un misterio de eso.
También en esta ronda se revive el conocido enfoque represivo por el cual cuando ocurre un ataque contra los tentáculos estatales, se indaga a quién defiende públicamente determinadas prácticas y quién se solidariza con quien esta acusadx. En un momento histórico como el actual, en el cual más de 300 compañeros y compañeras están siendo juzgadxs, es aún más importante subrayar que no hay anarquistas buenxs y anarquistas malxs, que no caemos en la trampa de sus divisiones instrumentales y que somos solidarixs con cualquiera que tenga en el corazón la lucha contra el Estado. Que la acusación de masacre empleada contra Alfredo y contra Juan acusado de una ataque contra la sede de la Liga nos repugna, y que es el Estado el masacrador por excelencia con su democracia impuesta con el sonido de las bombas lanzadas y sus cerrojos, de alambradas y de fronteras, de nuclear y de contaminación electromagnético, de trabajo asalariado, de terrorismo mediático, de toques de queda e indiferencia. Y sobre todo reiteramos que es el Estado el que golpea de forma indiscriminada, en el montón.
Natascia y Beppe actualmente siguen encerradxs desde hace casi un año y medio, a la espera de un juicio que tarda en llegar tras la pausa judicial por el covid y tras el cambio de jurisdicción territorial de la Fiscalía de Milán a la de Génova. Beppe se encuentra recluido en la sección protegidos de la prisión de Pavía bajo imput del fiscal que ha solicitado esta infame ubicación, y a Natascia ha sido recientemente solicitada por la prisión y re aplicada por el juez (gip) una censura restringente sobre la correspondencia con justificaciones al cuanto improbables.
La audiencia preliminar está programada para el 11 de noviembre en el tribunal de Génova y de allí se decidirá después cómo proceder para el juicio en sí.
En estas semanas se están abriendo y concluyendo otros procesos y va revalidada la cercanía y solidaridad con las compañeras y compañeros bajo juicio por Scripta Manent, Bialystock, Lince, Panico, Scintilla, Ritrovo, con quien esta investigadx por los hechos del Brenero y con quien está restringido por la vigilancia especial. Solidaridad con Juan, Carla y Vincenzo sobre quienes cae la solicitud de extradición por los hechos del G8 de 2001 (en Génova).
Solidaridad con Davide Delogu que nunca ha dejado de luchar a pesar de los traslados, con Mauro Busa acusado de haber saboteado una planta del ENI (Ente energético Italiano) y una sede de casapound ( nazi-fascistas), y con todos y todas lxs prisionerxs que irán a juicio por haberse rebelado contra la normalidad mortífera de la prisión durante las primeras semanas de marzo.
Un caluroso abrazo a Natasha en huelga de hambre y a quienes han emprendido la huelga de la comida de la cárcel en estas semanas.
Robert
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NATASCIA SAVIO
C/O C.C. SAN LAZZARO
STRADA DELLE NOVATE 65
29122 PIACENZA, ITALIA
GIUSEPPE BRUNA
C/O C.C. DI PAVIA
VIA VIGENTINA 85
27100 PAVIA, ITALIA
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