Italia: Concentraciones bajo las prisiones de Turín, Parma, Trieste y Milán [12 de diciembre 2020]

Traducción recibida el 10/12/2020:

Iniciativas en Parma el 12 de diciembre:

MARZO 2020: ¡EN LAS CÁRCELES UNA MASACRE DE ESTADO!
12 diciembre de 1969 – 12 diciembre de 2020

Marzo de 2020: durante la primera hondada de la emergencia Covid en las cárceles italianas vienen actuadas por las medidas restrictivas. Esto se traduce con el stop total de las visitas (en algunas cárceles los directores, más previsores que filántropos, han concedido de inmediato videollamadas como reemplazo), y con la mayoría de las actividades recreativas suspendidas.

Mientras tanto, sin embargo, los guardias y el personal continúan entrando y saliendo como si nada hubiera pasado, con muy pocos controles sanitarios y pésimas medidas de contención. Incluso las noticias sobre la situación externa tienen dificultades a entrar, y aquello que pasa ciertamente no es tranquilizador. Así en varias prisiones estallan revueltas, algunas de estas han sido reprimidas con sangre. De hecho, a revueltas sofocadas, el número de muertos será de 13: todos, obviamente, entre la población detenida. Los testimonios hablan de palizas brutales durante la represión y también después, en los traslados; en Módena se oyen claramente los disparos de la policía. Las fuentes oficiales intentan inmediatamente encubrirlo hablando vergonzosamente de muertes por sobredosis. El responsable de esta masacre es claramente el Estado, del cual las cárceles son la columna vertebral y la policía y los carabinieri son los perros guardianes.

Por no hablar de todas aquellas personas que mueren cada día entre cárceles (más de 3.000 personas en los últimos veinte años), cuarteles, CPR – antes CIE – o en las garras de la policía (como, por ejemplo, Uva, Cucchi, Aldrovandi , Sandri, Giuliani, Bifolco y Mastrogiovanni son sólo la punta del iceberg de la violencia policial perpetrada cada día por fuerzas represivas, que en este período de emergencia se sienten aún más legitimadas a actuar como mejor les parezca).

Pero las caras de las masacres del Estado, en Italia, son muchas.

Vienen recortados cada vez más los gastos para la sanidad y aumentadas aquellas militares, y mientras tanto, las muertes por Covid-19 son más de 50,000.

Son 35 las operaciones militares del ejército italiano, de las cuales 34 son internacionales, que traen muerte, devastación, opresión y saqueo de recursos (en una palabra: guerra) en 25 países del mundo. Pero vienencerrados los puertos para quien escapa de estos lugares, obligando a morir de hambre o ahogandose a miles de personas en el Mediterráneo.

Cada día más de 3 personas mueren a causa del trabajo, trabajo al que nos obliga este sistema que nos mata de hambre.

Cada semana alrededor de 2 mujeres son víctimas de feminicidio (el cual número se ha duplicado dentro del hogar durante el encierro), consecuencia de una cultura sistémica – el Patriarcado – que el Estado y este sistema de explotación promueven, justificando y permitiendo discriminaciones y violencia de género.

Hubo un período en el que las masacres estatales también tenían un rostro que hoy se llamaría terrorista.

Aprovechando también la mano armada de los fascistas, alrededor de los años ’70, el Estado ha hecho cientos de muertos, por ejemplo con la masacre de Piazza Fontana en Milán, el 12 de diciembre del ’69 (17 muertos), aquella de Piazza della Loggia en Brescia en el ’74 (8 muertos), o la bomba al tren Italicus en el ’74 (12 muertos), o aquella a la estación de Bolonia en el ’80 (85 muertos). O las 24 personas asesinadas por los policías de la Uno Bianca [1] que, entre el 1987 y el 1994, cometieron cientos de crimenes en Emilia Romagna.

De todas estas muertes indiscriminadas el responsable es el Estado, independientemente del brazo material que las actuó.

Así como es responsabilidad del Estado aquella de seguir matando de hambre a la población, de continuar imponiendo medidas absurdas y que claramente no tienen nada que ver con cuestiones sanitarias, con la excusa de la emergencia del Covid. La insensatez del toque de queda, por ejemplo, que tiene más que ver con el control de la vida de las personas que no con aquello de la propagación de un cualquier virus.

Quien se rebela viene reprimido, a veces en la sangre. Es el caso de muchas personas detenidas que se han amotinado a marzo, como se ha mencionado anteriormente: contra estas personas se están empezando los juicios. Es el caso de algunxs acusadxs ​​de masacre por ataques mirados: como Anna y Alfredo que han sido condenados en segundo grado a 16 años y 6 meses y 20 años respectivamente, por un artefacto al cuartel de los estudiantes de policía de Fossano (CN) o Juan que será juzgado por un artefacto a la sede de la Liga de Treviso.

¡Las masacres pertenecen al poder, no a los y las anarquistas!

Nuestra solidaridad va a los anarquistas y a las anarquistas en prisión y/o bajo juicio en este periodo.

¡Nuestra solidaridad va a quien se rebela (y continúa a rebelarse cada día) a este Estado masacrador, contra las cárceles, contra los CPR, contra el toque de queda!

Simbólicamente, hemos elegido la fecha del 12 de diciembre del 2020 para salir a la calle y hablar de masacres y de violencia del estado.

CITAS EN PARMA:
15.00HRS BAJO LA PRISIÓN DE PARMA (LADO VÍA MANTOVA)
17.00HRS BAJO LOS PORCHES DEL HOSPITAL VIEJO EN EL OLTRETORRENTE

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Concentración en Milan:
Sábado 12 Dicembre, desde las 14.00hrs bajo la cárcel de S. Vittore.

Fuente.