Traducción recibida el 09/02/2021:
Después de las concentraciones bajo las cárceles de Parma, Ferrara y Ancona, a última hora de la mañana del domingo 7 de febrero, unas ochenta personas se han reunido en la parte trasera de la prisión de Reggio Emilia, colocando el sistema de amplificación frente a las celdas que daban a un jardín. Desde el principio, los detenidos agitaron los brazos entre las rejas moviendo banderas y camisetas, han gritado saludos y gritado. La primera intervención ha comunicado a ellos la solidaridad con quien se ha rebelado frente al contagio Covid-19 el pasado mes de marzo y contra la decisión del gobierno de suspender las visitas. Se ha hablado de las verdades que están emergiendo respecto a las revueltas que estallaron el pasado mes de marzo en decenas de cárceles italianas y de la responsabilidad de la policía penitenciaria y de las fuerzas armadas que han abierto fuego y violentamente golpeado a los detenidos, hasta hacer morir a 14. Se ha recordado que a Reggio Emilia ha sido trasladado Ferruccio, uno de los 5 detenidos que, con una denuncia ante la Procura de Ancona, han contado lo que realmente sucedió el pasado 8 de marzo en la prisión de Módena y la verdad sobre Salvatore Piscitelli, brutalmente golpeado y luego abandonado para morir tras ser trasladado a la prisión de Ascoli Piceno. Parte de lxs participantes de la concentración se ha trasladado hacia otro bloque para llegar a otros detenidos con gritos y saludos, y aquí también la respuesta desde «dentro» ha sido inmediata y particularmente rumorosa. Se han sucedido intervenciones y canciones, dedicatorias y se ha hablado de las protestas que aún existen en varios centros penitenciarios. Después de unas 2 horas en compañía de los detenidos, siempre asomados a las ventanas y cantando coros de libertad y gritos de agradecimiento por esta iniciativa, una última intervención ha recordado que quien resiste y lucha nunca está solo, aunque si los muros de la prisión sean altos y el aislamiento sea un fuerte obstáculo. El estallido de prolongados fuegos artificiales ha acompañado los saludos finales.
Luego nos hemos trasladado bajo la prisión de Piacenza, donde estaba prevista otra concentración a primera hora de la tarde. A la espera de lxs solidarixs ya había una quincena de esbirros antidisturbios alineados a lo largo de la única carretera para acercarse a la prisión. Aquí también lxs presentes se han dividido para llegar a más lados de la estructura carcelaria y los esbirros han retrocedido en el intento tan torpe como inútil de detenerlos. A continuación, el sistema de amplificación se ha montado delante de las celdas de la sección de hombres y de la sección AS de mujeres que, sin embargo, esta en la planta baja y, por lo tanto, permanece invisible desde el exterior, cubierta a la vista por un muro alto.
Durante la concentración llega la noticia de un automóvil parado, con 2 compañeras y 2 compañeros, mientras intentaba llegar a la concentración.
Una primera intervención ha relatado la cita de la mañana y las concentraciones del fin de semana anterior y ha saludado a Cavazza y a todos los detenidos y detenidas. Se han sucedido intervenciones al micrófono y música, se ha contado aquello que pasa en las otras prisiones y se ha reafirmado el apoyo y la solidaridad hacia los detenidos que no agachan la cabeza. Enseguida se ha empezado a escuchar gritos y saludos de respuesta desde dentro y se ha intentado comunicar con Natascia, compañera recluida en Alta Seguridad, esperando que el cálido saludo llegara a ella y a sus compañeras de detención. Después de un par de horas, recompactados los grupos que habían dado la vuelta al perímetro penitenciario y hecho los saludos finales, acompañadxs también aquí de ruidosos fuegos artificiales, nos hemos dirigido todxs juntos hacia la comisaría de los carabinieri donde, desde más de dos horas, se encontraban lxs compañerxs paradxs al medio día, oficialmente a la espera de notificaciones. Una nueva concentración, esta vez fuera de programa, se ha tenido en la ciudad, bajo las ventanas del cuartel en cuestión. Y han bastado veinte minutos de gritos y golpes en las cosas para solicitar la pronta liberación de lxs compañerxs, a convencer a los carabinieri a mover el culo y agilizar los trámites de notificación. Salidxs los detenidxs, con una multa por desplazarse fuera de su región, también la última concentración se ha disuelto, concluyendo así esta jornada de movilización.
Al lado de Mattia, Claudio, Cavazza, Ferruccio y Francesco, al lado de quien esta detenidx.