Traducción recibida el 09/12/2021:
En agosto del 2018, se colocaron dos artefactos -uno de los cuales sin detonar- en la sede de la Lega de Villorba (TV). Una acción contra «políticos, esbirros y sus lameculos».
Juan, un nuestro amigo y compañero, está acusado de este ataque y el tribunal de Treviso lo está juzgando por masacre. La acusación de masacre es tan infame cuanto indicativa del mundo al revés en el que vivimos. Quien ha matado centenares de personas en las plazas, en las fábricas, en los manicomios y en las cárceles; quien ha cubierto durante décadas a los patrones que hacían morir a los trabajadores por la exposición al amianto, o enfermar poblaciones enteras por la contaminación del aire, de los campos, de las aguas; quien ha impedido a millones de personas de salir de casa mientras obligaban a los ancianos a morir de Covid y de soledad en las RSA[1]; quien saquea y bombardea países enteros para luego dejar ahogar en el mediterráneo o congelarse en cualquier bosque a los fugitivos de la miseria y de la guerra: sí, este mismo -su Majestad el Estado italiano- acusa de masacre a un anarquista, un enemigo de todo poder y de todo abuso.
Por otro lado, cuando un general de la OTAN se ocupa de salud pública y un banquero -ya responsable del hambre a la población griega- impone los pases verdes en nombre de la «responsabilidad hacia los demás», estamos bien advertidos. La violencia que los hombres de Estado ejercen sobre las palabras es el reflejo de aquella que ejercitan sobre los seres humanos y sobre la naturaleza.
Para miles de personas el despertador parece sonar ahora. Para Juan ha sonado hace mucho tiempo, cuando ha transformado su propio corazón en una bomba de tiempo a punto de estallar contra cualquier injusticia.
Ahora que se acerca la sentencia en su contra, sentimos aún más fuerte el deseo de expresarle nuestra solidaridad y nuestra cercanía.
Porque le hemos conocido el coraje y la ternura.
Por qué así se hace entre compañeras y compañeros de un ideal.
Porque quien ha atacado aquella sede de la Liga ha dado una contribución de humanidad en un mundo que es cada día más inhumano.
Porque la vida es demasiado breve para no llenarla de sueños ardientes.
Anarquistas
Fuente:
//infernourbano.altervista.org/a-chi-ha-una-bomba-nel-cuore/
Nota:
[1] Residencias para ancianos.