Mujeres y el Espectáculo (1977)

Es difícil consumir personas que dan guerra, que se resisten a la canibalización de sus cuerpos, sus mentes, sus vidas diarias. Pocas personas logran resistir, pero la mayoría no resisten eficazmente, porque no pueden. Es difícil ubicar a nuestrx torturador/a, porque está tan generalizado, tan familiar. Lxs hemos conocido toda la vida. Es nuestra cultura.

Lxs situacionistas caracterizan nuestra cultura como espectáculo. El espectáculo nos trata a todxs como espectadorxs pasivxs de lo que se nos ha dicho que son nuestras vidas. Y la cultura-como-espectáculo lo cubre todo: hemos nacido en ella, socializado en ella, vamos a la escuela en ella, trabajamos, nos relajamos y nos relacionamos con otras personas en ella. Incluso cuando nos rebelamos contra ella, la rebelión se ve, a menudo, definida por el espectáculo. Se molestaría alguien en estimar el número de chicos adolescentes sensibles alienados que, hace una generación, copiaron su comportamiento de James Dean en Rebelde Sin Causa? Estoy hablando de una película, cuyos productores capitalistas y estrellas hicieron una gran cantidad de dinero de este Espectacular.

Actos rebeldes, entonces tienden a ser actos de oposición al espectáculo, pero rara vez son tan diferentes que trasciendan el espectáculo. Las mujeres tienen un conjunto de comportamientos que demuestran insatisfacción actuando de manera opuesta a lo que se espera de ellas. Al mismo tiempo, estos actos son clichés de rebelión y, por lo tanto, son válvulas de escape casi prescritas que no alteran el teatro de nuestras vidas. ¿Qué se supone que debe hacer una mujer rebelde? Todxs podemos enumerar los comportamientos -aparecen en cada periódico, en horas de máxima audiencia de la televisión, en la lista de best-sellers, en revistas populares – y, por supuesto, en la vida cotidiana. En un ámbito en el que se valora la limpieza perfeccionista, ella puede ser una vaga, en una subcultura que valora la familia numerosa, ella puede negarse a tener hijxs. ¿Otras insurgencias predecibles? Desafiar la doble moral sexual para las mujeres casadas teniendo un romance (o varios); puede beber o usar lo que se denomina lenguaje “barriobajero”, o tener un ataque de nervios o, si es una adolescente, puede «portarse mal» (¡una frase reveladora!) escapándose de casa y teniendo relaciones sexuales con muchos hombres.

Cualquiera de estas cosas puede hacer la vida de una mujer individual más tolerable (a menudo, la hacen menos) y todas garantizan que lxs conservadores despotriquen sobre que la sociedad se está desmoronando. Pero este tipo de insurrecciones programadas no la han hecho desmoronarse todavía y, por sí mismas, parece improbable. Algo menor a un ataque directo a todas las condiciones de nuestra vida es insuficiente.

Cuando las mujeres hablan de cambiar el rol sexual destructivo de socialización de las mujeres, escogen una de las tres soluciones posibles: (a) las chicas deberían ser socializadas más o menos como los chicos para que sean independientes, competitivas, agresivas, etc. En resumen, es un mundo de hombres, por lo que una mujer que quiere encajar debe ser «uno de los chicos». (b) Debemos glorificar el papel de la mujer y darnos cuenta de que lo que hemos llamado debilidad es realmente fuerza. Deberíamos estar orgullosas de que somos maternales, criadoras, sensibles, emocionales, etc. (c) La única persona sana es una persona andrógina: Debemos erradicar la división artificial de la humanidad en «masculino» y «femenino» y ayudar a que ambos sexos se conviertan en una combinación de las mejores características de cada uno.

Dentro de estos tres modelos, las soluciones personales a los problemas de la opresión sexista incluyen una amplia variedad: Quedarse solterx, vivir comunalmente (con hombres y mujeres, o sólo con mujeres). No tener hijxs, no tener hijos, tener cualquier tipo de hijx que quieras, pero tener el cuidado infantil controlado por padres y trabajadorxs. Conseguir un trabajo, conseguir un trabajo mejor, impulsar la acción afirmativa. Ser un/a consumidor/a informadx, presentar una demanda, aprender kárate, formarte en la asertividad. Desarrollar la lesbiana que hay en tí. Desarrollar tu identidad proletaria. Todo esto tiene sentido en situaciones particulares, para mujeres específicas. Pero todas son soluciones parciales a problemas mucho más amplios y ninguna de ellas requiere necesariamente ver el mundo de una manera cualitativamente diferente.

Así, nos movemos de soluciones particulares a más generales. Destruir el capitalismo. Fin del patriarcado. Aplastar el heterosexismo. Todas son, obviamente, tareas esenciales en la construcción de un mundo nuevo y verdaderamente humano. Marxistas, otros socialistas, anarquistas sociales, feministas – todxs estarían de acuerdo. Pero lo que el socialista, e incluso algunxs feministas, dejan de lado es lo siguiente: Debemos destruir toda forma de dominación. Esto no es sólo un eslogan y es la tarea más difícil de todas. Significa que tenemos que mirar a través del espectáculo, destruir sus escenarios, saber que hay otras maneras de hacer las cosas. Significa que tenemos que hacer algo más que reaccionar en rebeliones programadas -tenemos que actuar. Y nuestras acciones se tomarán colectivamente, mientras cada persona actúa de manera autónoma. ¿Parece contradictorio? No lo es -pero será muy difícil de hacer. Una individualidad no puede cambiar mucho, por eso, tenemos que trabajar juntxs. Pero ese trabajo debe ser sin líderes tal y como lxs conocemos y sin delegar ningún control sobre lo que hacemos y lo que queremos construir.

¿Pueden los socialistas hacerlo? ¿O las matriarcas? ¿O lxs viajerxs espirituales? Tú conoces la respuesta. Trabaja con ellxs cuando tenga sentido hacerlo, pero no renuncies a nada. No les concedas nada, ni a ellos ni a ninguna otra persona.

El pasado nos dirige si le forzamos a ello.
De lo contrario, nos contiene
en su asilo sin puertas.
Hacemos historia o
ella nos hace a nosotrxs.

–de «Socialismo, anarquismo y feminismo» de Carol Ehrlich, que fue publicado por primera vez en EE.UU. en 1977 (versos de Marge Piercy en el final); recuperado de anarcha a través de theanarchistlibrary