[Estado Italiano] Actualizaciones sobre las medidas y el juicio por la Operación Bialystok

Traducción recibida el 03/02/2022:

Enero 2022

Acercándonos al final del juicio iniciado a raíz de la Operación Bialystok, nos parece el momento de difundir algunas consideraciones sobre la marcha del mismo. Si bien no nos interesa seguir los tiempos que dicta la represión, ni asumir poses victimistas o alarmistas frente a las actividades de las instituciones policiales, creemos que es importante compartir información e impresiones sobre aquello que ocurre a nivel judicial. Por elección consciente resumiremos aspectos y momentos que consideramos dignos de mención, en detrimento de una descripción minuciosa y cronológica del proceso que nos ve imputadxs.

En cuanto al marco de la investigación, nos remitimos a los textos «Sobre la operación Bialystok » ya publicados y difundidos en la red y a «Texto y contexto».

Al momento de redactar este informe, todxs lxs imputadxs de este procedimiento se encuentran en la calle. En fecha 27 de enero se recibió respuesta positiva frente a una solicitud de cese de las medidas cautelares a la cuales seguían sometidos 4 imputados (3 obligaciones de residencia y una obligación de presentación para firmas semanal), por lo cual de momento queda una persona a las obligaciones de residencia. Las diferencias de condiciones se deben principalmente a los diferentes tiempos en la presentación de los recursos que han llevado a los mismos ante distintos tribunales, y a la especificidad de las posiciones individuales respecto a los delitos contestados.

A grandes rasgos, hasta ahora el juicio se ha caracterizado por horas y horas de interminables audiencias para delinear el contexto anarquista tanto a nivel nacional como internacional, audiencias en las que nosotrxs acusadxs ​​casi nunca hemos sido nominadxs. Sólo después de muchas audiencias se ha empezado a hablar de los llamados hechos específicos. Un cierto interés y un cierto protagonismo lo han tenido los momentos en los que se exponían las relaciones internacionales de lxs imputadxs; esto no porque la fiscalía haya aportado quién sabe qué elementos, al contrario, hemos sido testigos de una verdadera y propia escalada sobre cristales, pero más por el juego de roles dentro de la institución de la justicia. Es evidente que una corte de assise, acostumbrada a tratar delitos de una cierta gravedad, ve en la dimensión internacional de la investigación la posibilidad de una propia razón de ser. Y esto lo decimos en el nivel del espectáculo real del tribunal; tras bambalinas, es decir a nivel de la investigación, y por ende de la estrategia represiva, también vemos otra cosa, o sea una dirección que tiene todo el aire de querer ser recorrida en el futuro. Estos, como otros en el pasado, son intentos, a veces exitosos y a veces no, de estructurar a nivel concreto la colaboración de las policías y de las procuras a nivel internacional en materia de investigaciones.

Resulta claro, de hecho, como hay diferentes planos de colaboración: por un lado, algunxs de nosotrxs hemos sido detenidos en el extranjero, así como ha sucedido en otras operaciones anti-anárquicas, a demostración que los acuerdos antiterroristas europeos son operativos y están probados cuando en medio esta una orden de arresto, como el acceso a informaciones recogidas por órganos de policía extranjera, la solicitud de servicios de observación o de autorizar registros. Por ejemplo en la operación que nos concierne han intentado registrar, e igual arrestar si los éxitos de la misma habrían sido positivos, un anarquista que reside en Alemania; el estado Alemán pero no ha retenido suficiente las pruebas presentadas por el ROS italiano y no le ha permitido de proceder con las investigaciones sobre él.

Durante el juicio es un cierto Coronel Emperador de los ROS (Reagrupamiento Operaciones Especiales de los Carabinieri) a informar de la construcción de la hipótesis judicial. Este personaje parece haber sido elegido más por su capacidad de memoria que por su inteligencia. Está claro que su propósito es aquel de crear una representación del mundo anarquista en su conjunto que justifique una investigación que no tiene sustancia. Con este objetivo, incitado por los jueces y por el Fiscal (el cual fue poco más que un extra durante casi todo el juicio, confirmando el hecho que esta figura jurídica cumple en muchos casos un rol de mero pasa papeles bajo servicio de las fuerzas de policía), ha realizado varios vuelos pindáricos que van desde la gambizzazione [1] del Dr. Mammoli en el ’77 por obra de Acción Revolucionaria hasta las acciones explosivas reivindicadas por la FAI, desde el contexto anarquista chileno y aquello griego, el todo bien aderezado con todo tipo de ilaciones espectacularizadoras para crear un cuadro general de peligrosidad del movimiento anarquista que justificaría una intervención represiva específica. Su finalidad no es otra que aquella de una máquina de humo con el objetivo de sugestionar las jueces y el tribunal popular ante la falta de pruebas sólidas. El punto más bajo (o más alto, según consideremos la escala de la decencia o aquella del absurdo), y al mismo tiempo más indicativo de la mentalidad inquisitoria de estos personajes, ha sido cuando el coronel ha afirmado que «Alfredo Cospito es el anarquista más importante del mundo en vida» en el contrainterrogatorio. Para reírse si no nos confirmaría la persistencia de las instituciones represivas hacia este anarquista prisionero que con obstinación continua participando en el debate anarquista con convicción por sus propias ideas y la pasión que estas inspiran.

Este relato que tiende al espectáculo es puesto en acto, entre los varios expedientes, por todo un deslizamiento de significado que se registra en las palabras escogidas (y repetidas hasta la extenuación) por el coronel para describir los hechos. Periódicos y reuniones se vuelven «clandestinos» solamente por el hecho de que circulan de boca en boca o de mano en mano, coches incendiados se vuelven «atentados», un poco de diavolina [2] en una llanta se convierte en «un artefacto explosivo-incendiario», un concepto amplio y complejo como la solidaridad viene reducido a un simple pretexto para realizar acciones, etc. La frontera entre el esbirro y el periodista se vuelve cada vez más delgada cuando su tarea se convierte en la de impresionar para convencer de la justa necesidad de la labor represiva. Es en efecto a través del «discurso del poder», la imposición de una cierta lectura de las cosas a decapito de otra, que la represión dura y pura deja el paso a la difusión del consenso, a la pacificación y al ciudadanismo.

En la sala, las jueces ni siquiera intentan disimular su buena voluntad hacia el ROS y el fastidio que les produce el intento de la defensa de desmontar las hipótesis de la acusación. Esto ha aparecido aún más evidente en el contrainterrogatorio, por un lado al meter presión, si no en algunos casos el contestar directamente las preguntas de los abogados defensores, por el otro al animar a los testigos de la acusación (los oficiales de ROS que a vario titulo se han están ocupado de las investigaciones) a exultar en las respuestas, aportar nuevos elementos aunque si sería contrario a la práctica judicial, etc. El coronel ha demostrado en lo específico una increíble cara dura en el eludir las preguntas para volver a proponer espasmódicamente su versión de los hechos, aunque si en algunas preguntas específicas no se contaron los «no tengo conocimiento», los «no he entendido la pregunta» y los «no recuerdo».

A demostración del forzamiento que los inquisidores han tenido que cumplir para cuestionar la hipótesis de una asociación terrorista, señalamos que el «delito-objetivo» de mayor gravedad (el atentado explosivo contra el cuartel de los carabinieri de San Giovanni en Roma el 7 de diciembre de 2017) es situado temporalmente fuera del periodo que según la acusación vería nacer la asociación (verano de 2018) y que uno de los imputados (acusado del incendio de unos coches compartidos Enijoy propiedad de ENI) ni siquiera formaría parte de la mencionada asociación. El resto de los delitos contestados se refieren a hechos de muy modesta trascendencia desde el punto de vista acusatorio como concentraciones, manifestaciones, pintadas, daños, hasta ahora insuficientes por sí solos para sustentar las acusaciones de terrorismo.

En el plano procesal, una primera fisura en el relato de los ROS se ha producido en el momento en el cual las defensas han hecho declarar en la sala a sus peritos sobre las contra-pericias realizadas por ellos. En lo que concierne a la acción contra el cuartel de los carabinieri de S. Giovanni, en efecto, las acusaciones contra un imputado (el único a ser acusado por aquel ataque) se basan casi exclusivamente en dos pericias de la acusación, una de tipo antropométrico y cromática, y la otra de tipo postural. A través de estas se pretendía demostrar que la estatura y el tipo de andar del imputado eran los mismos que los de un sujeto encuadrado por las cámaras de seguridad, así como que el abrigo que habitualmente utilizaba el mismo se correspondía a nivel cromático con el utilizado en el momento de la acción. Pues bien, los expertos de la defensa han refutado radicalmente las tesis de la contraparte, destacando todos los «errores» de método y de enfoque presentes en las pericias acusatorias. Esta audiencia ha sido decisiva para la liberación de Claudio en julio de 2021, después de 13 meses de prisión, la mayor parte de los cuales pasados en régimen de aislamiento, siendo en la época el último acusado aún detenido.

Unas palabras en este punto creemos que es el caso que vayan hechas por cuanto reguarda la utilización de las pericias por parte de la procura. Supongamos que sabemos bien qué es el ROS y qué propósitos se le ha pedido que persiga a lo largo del tiempo. Las operaciones especiales de las cuales se ocupa de hecho muy a menudo se refieren a las tramas más oscuras del Estado, en las cuales los intereses económicos y aquellos políticos se entrelazan, convirtiéndose a menudo en una lucha interna por el poder, lucha en la cual este órgano de los carabinieri ha tenido su rol. Esto presume en su «currículum de servicio» un general condenado en primera instancia por tráfico internacional de estupefacientes, otro por concurso externo en asociación mafiosa y violencia o amenaza a un órgano político del estado, más varios oficiales investigados y condenados por los mismos hechos, así como por ayudar a dos famosos fugitivos de la mafia y el despistaje de varias investigaciones contra la mafia. En resumen, un buen «pedazo de estado». Ciertamente no creemos en la justicia y mucho menos en la verdad de los tribunales, sin embargo estos datos nos parecen de alguna manera indicativos.

Con este panorama de fondo, ciertamente no esperamos de los señores ninguna integridad moral: sus métodos de investigación en el confronto de lxs anarquistas se han demostrado a lo largo de los años a decir poco dudosos, si no podridos hasta la médula, entre confidentes chantajeados y fabricación de pruebas, cuidando mucho de descartar cualquier elemento exculpatorio. Y esto también vale para el caso que nos reguarda. De hecho, las pericias parecen haber sido redactadas «por encargo» por dos personajes que, con toda evidencia, ya han trabajado en estrecha colaboración con el ROS en el pasado. Por lo tanto, surge una verdadera y propia práctica en la construcción de la prueba de cargo: se contacta con peritos conocidos y se solicitan pericias técnicas que, como cualquier argumento técnico, parece objetivo a los ojos de los profanos. Con estas se tienen así «pruebas» que de otro modo no se tendrían y que pueden conducir a detenciones, luego le tocará al acusado el compito de defenderse contratando a un perito de parte que refute a nivel técnico las tesis de la acusación. Hay dos elementos que nos parece interesante subrayar sobre esta práctica que ciertamente no atañe sólo a los ámbitos subversivos. El primero reguarda el carácter de clase de este método: los peritos técnicos suelen ser muchas veces expertos en temas muy específicos, en algunos de ellos (como por ejemplo la genética forense) se pueden contar con los dedos de una mano en todo el territorio nacional y su asesoría se paga a precio de oro. Se comprende de inmediato cómo «el derecho a la defensa» queda así supeditado a las posibilidades económicas del imputado. El otro elemento concierne el valor que el «conocimiento científico» está adquiriendo dentro de la sociedad, y por tanto también dentro de las salas de los tribunales. Una opinión «técnica» parece en sí misma revestida de una objetividad súper partes que fascina increíblemente a aquellos que están llamados a juzgar las responsabilidades y las conductas humanas. Pero como nunca nos cansaremos de recordar, no existe ninguna ciencia que resulte imparcial respecto a sus aplicaciones, que serán siempre sujetas a la voluntad individual. De hecho, se necesita muy poco para poner números en fila, citar dos fórmulas algebraicas junto con algunos nombres famosos, para hacer pasar un método de investigación como científico cuando se busca, como en este caso, de establecer la altura de un sujeto en movimiento retratado por una cámara nocturna. Los modernos brujos venden humo a la corte del rey….

Por cuanto reguarda el ataque contra los tres coches del carsharing Enijoy, la abogada del ENI, tal Scilla Malagodi, está intentando activamente llamar la atención del tribunal sobre los elementos que según ella podrían sustentar el agravante de terrorismo. El persistente esfuerzo por parte de la abogada por enmarcar la acción contra los tres coches en una campaña de lucha contra ENI va seguramente leído como un intento de obtener una condena en la cual venga confirmada esta agravante.

Ya en el pasado, el aparato represivo italiano ha demostrado estar particularmente atento a las exigencias de las multinacionales: el 23 de mayo de 2011, por ejemplo, el jefe de seguridad de ENI concedió una entrevista declarando que el ENI estaba siendo atacada por Al Qaeda en el exterior y por parte de los anarquistas en Italia. El 6 de abril, apenas dos semanas después, con la operación Outlaw, la digos [3] de Bolonia metía bajo secuestro el círculo de documentación Fuoriluogo, que estaba llevando adelante una campaña pública contra el perro a seis patas [4], y metía bajo arresto a seis compañerxs. Sin contar las innumerables misiones militares italianas en el extranjero que, a pesar de ser calificadas como «humanitarias», ocultan en cambio la necesidad económico-estratégica de proteger los intereses y las infraestructuras extractivas de ENI, o todos los esfuerzos que vienen constantemente hechos por las instituciones para esconder las responsabilidades de esta empresa en la contaminación ambiental.

En el proceso actual, una eventual confirmación, en caso de condena, de la agravante de terrorismo por el incendio de los tres coches Enijoy supondría que cualquier ataque contra ENI podría en el futuro ser gestionada bajo las premisas de la legislación sobre el terrorismo.

Otro elemento que nos interesa indicar es el hecho de que la atención de los ROS por el Bencivenga Ocupado, y en consecuencia por las personas que gravitaban en torno en la época, se atrajo en abril de 2017 con el último encuentro del ciclo «Siempre con la Cabeza en Alto» en solidaridad a lxs investigadxs y a lxs arrestadxs de la Operación Scripta Manent, y de la difusión del llamamiento «Por un Junio ​​Peligroso». Es por este motivo que el seguimiento del Bencivenga ya estaba activo la mañana del 7 de diciembre, día del ataque de San Giovanni.

Una particularidad de esta investigación que señalamos es la ausencia absoluta de un cualquier promotor de la asociación, es decir, de aquella figura de carácter dirigente de la cual debe ser dotada cualquier asociación para el código penal italiano. No estamos segurxs que esta sea una novedad en sentido absoluto, pero en ella leemos el intento de las instituciones represivas de hacer pasar al plano jurídico una organización/horizontal/ con el fin de crear un precedente para poder aplicar con mayor facilidad delitos asociativos a los anarquistas. De hecho, no se cuentan en los años las operaciones antiterroristas contra los ambientes anarquistas, operaciones que puntualmente se han estrellado en el pasado sobre la imposibilidad de atribuirles ciertas formas de organización verticisticas esquematizadas en el código penal sobre el modelo de las organizaciones de lucha armada de matriz marxista-leninista y sobre aquellas de la mafia, así como conducidas y finalidad específicamente terroristicas.

Dejando ahora de lado aquí el debate por el cual el terrorismo es una estrategia de lucha más o menos reivindicable por lxs anarquistas, queremos en esta ocasión alejar cualquier espectro de victimismo que ronde entorno a nuestras palabras: consideramos la represión una obvia consecuencia del conflicto actual, y los instrumentos y las formas que ésta asume el fruto del especifico contexto histórico-cultural en el cual nos encontramos a operar. Sería así el caso que una vez comprendido esto último, así como las dinámicas de la represión que nos toca, cualquiera que se mueva en ambientes que hacen del anarquismo y de la lucha al estado sus polos agregativos, se prepare éticamente, psicológicamente y prácticamente a la eventualidad de este género de acusaciones.

Aprovechamos esta ocasión para agradecer a todxs aquellxs que nos han ayudado con el pensamiento y la acción, y para enviar un saludo solidario a lxs prisionerxs anárquicxs en el mundo, a quien se encuentra privadx de su libertad y a quien está en fuga.

ROMPER EL AISLAMIENTO
DESTRUIR LAS JAULAS
POR LA LIBERACIÓN TOTAL
¡VIVA LA ANARQUÍA!

Algunxs de Bialystok

Fuente:
//infernourbano.altervista.org/aggiornamenti-sulle-misure-e-sul-processo-per-loperazione-bialystok/

Notas:
[1] Método seguido por varios grupos armados en la Italia de los años ’80, consistente en disparar en las rodillas del susodicho a modo de aviso.
[2] Pastillas para encender el fuego.
[3] Policía política.
[4] El logo de la multinacional.