El 15 de julio por la noche, en Seattle, destrozamos las ventanas de dos bancos y un Starbucks. Es triste que tanta gente entienda los bancos como instituciones de explotación pero aun así se niegue a dar el paso de atacarlos; en cuanto al destrozo del Starbucks, puede que sea la única tradición de Seattle que valga la pena continuar desde la OMC.
Estos actos concretos se realizaron en solidaridad con las diez personas sentenciadas a largas penas de cárcel hace unos días en Italia, debido a su participación en actividades contra el G8 de 2001, así como con la reciente oleada represiva contra anarquistas en Italia, la «Operación Osadía»
Es importante recordar que en la cumbre de 2001, la policía mató a Carlo Giuliani y torturó y encarceló a cientos de personas. También conviene recordad que siempre es posible que miles de personas se rebelen como lo hicieron en Génova en 2001 y ataquen las expresiones de este podrido sistema en el que vivimos.