El lunes, 9 de diciembre de 2013, bajo las órdenes de los agentes del ministerio público de la Fiscalía de Turín –Padalino y Rinaudo, se efectuaron registros y cuatro compañerxs fueron arrestadxs entre Turín y Milán. Los hechos imputados están relacionados con el ataque contra las obras de construcción del Tav de Chiomonte (Val Susa) ocurrido en la noche del 13 al 14 de mayo de 2013. Los cargos de los que se les acusa son graves: artículo 280 y 280bis («atentado con fines terroristas, acto de terrorismo con artefactos mortíferos y explosivos, posesión de armas de guerra, destrucción»).
Muchxs recordarán el episodio en que unxs anónimxs aparecieron en la noche, causaron importantes daños en las obras y desaparecieron igual que habían llegado. Justo en relación con ese episodio, una asamblea pública convocada por el movimiento No Tav de Bussoleno reivindicó el sabotaje como una posibilidad práctica, útil y necesaria para la lucha No Tav. Unxs apelaban, pues, a los clásicos de la no-violencia activa (Capitini, Gandhi, Mandela) para apoyar el sabotaje, mientras otrxs optaban por apelar a diferentes escenarios de lucha, desde los distintos pueblos bajo ocupación militar a las acciones contra la nuclear, desde la lucha partisana al inmenso bagaje de la tradición obrera.
A pesar del terrorismo mediático entonces escenificado, los sabotajes no pararon, obteniendo simpatías generalizadas en toda Italia. Los últimos son de hace pocos días, contra algunas empresas colaboracionistas en Turín.
Periodistas y comentaristas varios, políticos y fiscales (con el líder incorruptible Gian Carlo Caselli) recitan su letanía de terror, señalando el «riesgo de un salto de calidad», similitudes con los «años de plomo» (’70-’80 en Italia) y demás divagaciones. En el cuadro no podían faltar los «maestros malos», «guaridas» y «panfletos ilegales», haciendo pasar por tales a inocuos novelistas, bares de pueblos y textos distribuidos públicamente durante manifestaciones. Después, la apertura de expedientes de investigación por terrorismo en contra de militantes No TAV del valle (con los registros relativos), reuniones bien publicitadas del «cartel antiterrorista» de las fiscalías de varias ciudades y, hoy, grilletes.
El uso del término terrorismo busca debilitar el movimiento, separando a las personas de la lucha, presentándola como una realidad lejana, incomprensible y absurdamente violenta. Este término evoca un mundo entero. Se trata de tirárselo encima.
En la mira no están sólo lxs cuatro compañerxs generosxs que conocemos bien y que queremos, hay todo un valle que está luchando. Desarrollar los potenciales de esta lucha es nuestra respuesta.
A sarà düra. [Les será difícil]
Compas de Milán
Que siga soplando el viento de la victoria
Solidaridad con Chiara, Mattia, Niccolò y Claudio
La noche del 13 al 14 de mayo pasado, unxs treinta anónimos No TAV atacaron las obras de la Alta Velocidad en Valsusa, dañando algunos equipos. Una acción rápida y precisa que demostró, una vez más, que el fuerte de Clarea no es inviolable, levantando de nuevo el dulce viento de la liberación. La acción se defendió públicamente en una asamblea popular del movimiento No TAV en Bussoleno.
Hoy, 9 de diciembre, la policía política, bajo las órdenes de las fiscalías de Turín y Milán, arrestó a cuatro compañerxs (otros tres resultan investigadxs) por «atentado con fines terroristas», acusadxs de haber formado parte en la acción de mayo. Todo esto a ocho años de la invasión y de los daños en masa a las obras de Venaus (en Valsusa).
Como ha sucedido tantas otras veces (incluso en Valsusa, hace unos meses), el Estado acusa de «terrorismo» a lxs que resisten a sus proyectos devastadores, a sus obras militarizadas, a sus gases, a su alambre de púas, a sus «zonas rojas», a sus porras.
No nos interesa saber si Chiara, Mattia, Niccolò y Claudio participaron o no en la acción contra las obras de Chiomonte.
Lo que sí sabemos es que, con la noticia de ese ataque, nos alegramos como muchxs otrxs, no solo en el Valle.
Lo que sí sabemos es que los castaños seculares derribados por las excavadoras en Clarea son una herida abierta, que arde.
Lo que sí sabemos es que terrorista es quien mata de hambre, explota, destruye y bombardea, no quien se opone a la destrucción del medio ambiente, quien lucha por un mundo sin lucro y sin poder.
Lo que sí sabemos es que Chiara, Mattia, Niccolò y Claudio son nuestrxs amigxs y compañerxs, generosxs y combativxs, siempre en primera fila en las luchas, en Turín, en Milán, en Valsusa y allá donde les lleven la cabeza y el corazón.
Lo que sí sabemos es que lxs queremos libres ya, en las calles y senderos con nosotrxs.
Lo que sí sabemos es que estos arrestos no pararán la lucha contra la Alta Velocidad y el sistema que esta incorpora y defiende.
Dentro y alrededor del movimiento No TAV ha nacido y se ha extendido una solidaridad que siempre ha sabido responder a las maniobras represivas (en cada ocasión, preparadas por la máquina de guerra de los medios de información), generalizando sus propias razones y sus propias prácticas. Ni inocentes, ni culpables.
Que ninguna obra de la injusticia –con sus miles de ganglios– se sienta segura. «Nosotros preferir vosotros infelices».
¡Tropas de ocupación, políticos y periodistas:
los terroristas sois vosotros!
¡Libertad para Chiara, Mattia, Niccolò y Claudio!
anarquistas de Rovereto y Trento