Traducción recibida el 29/10/2022:
Texto desde la Puglia en solidaridad con Alfredo Cospito y Juan Sorroche
«Me gustaría
tenerlo ese coraje,
me gustaría olerla
esa rabia
Sentirla arder en las sienes,
en los ojos.
Luchar como quien
ha elegido empezar
una huelga de hambre indefinida.
La empatía que trae otro más
a unirse en esta lucha
Para continuar a conspirar todavía
juntos.
Nosotros aquí afuera apenas nos recordamos
respirar».
A Alfredo y Juan
Una vez más el Estado lanza sus señales inequívocas contra quien desde siempre le es su enemigo, utilizando el instrumento más brutal del monopolio legal de la violencia: la tortura carcelaria. El régimen carcelario del 41 bis, del que sólo se sale con la abjuración y el arrepentimiento, es aplicado también a los presos políticos para que sus ideas sean enterradas vivas junto con sus cuerpos.
Desde el 20 de octubre, el anarquista Alfredo Cospito, recluido en el 41 bis, se encuentra en huelga de hambre, seguido en esta protesta por el anárquico Juan Sorroche, también el detenido bajo un régimen de alta seguridad. Desempolvar los viejos métodos del antiterrorismo combinados hoy con aquellos de la antimafia para infligir inconmensurables penas de prisión, silenciar y enterrar cualquier tensión revolucionaria, reprimir a quienes sin demasiadas vueltas han tocado el nervio descubierto de la monstruosidad que estamos acostumbrados a llamar sociedad democrática.
Hemos visto que es posible concretizar nuestro odio en acciones directas.
Golpear a los responsables de la amenaza nuclear es posible y es necesario.
No hacer vivir en la tranquilidad a los patrones que engordan de riquezas sobre la piel de los explotados y de las explotadas de este mundo es posible y es necesario.
Destruir los lugares del poder, las guaridas legalizadas de odio xenófobo es posible y necesario.
Quedarse al lado de quién ha decidido hacer de su vida una lucha contra este sistema mortífero es justo y necesario.
Anarquistas de Lecce y Taranto.
Fuente:
//infernourbano.altervista.org/testo-dalla-puglia-in-solidarieta-con-alfredo-cospito-e-juan-sorroche/
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Con Alfredo Cospito, con su Idea, su historia y las prácticas que se le imputan
Traducción recibida el 29/10/2022:
Alfredo es un compañero anarquista que ha reivindicado el disparo a la pierna del administrador delegado de Ansaldo: uno entre los principales responsables del nuclear en Europa. Aquel lunes 7 de mayo del 2012 en Génova, en su mente estaban los muertos de Fukushima, en sus manos una pistola. Hoy, como hace diez años, Alfredo toma sobre si mismo la iniciativa, como su uso, sin delegas y sin compromiso; lo hace para sí, y lo hace por todos nosotros, para que no pase el precedente del uso del 41 bis por parte del Estado en la guerra contra los anarquistas.
En estos días, como es normal y hasta necesario, se multiplican las iniciativas y posiciones. La lucha de Alfredo se convierte en una herramienta para la critica al 41 bis y al sistema carcelario, para la denuncia sobre el funcionamiento del sistema judicial (¿se puede ser condenado por masacre, se puede ser condenado a cadena perpetua aun no habiendo víctimas?), incluso se vuelve un escenario para actores consumados de la escena política y del periodismo reformista.
Sabemos que si queremos salvar a Alfredo tenemos que meter en campo una gran hondada de protestas, y sabemos que de surfistas acostumbrados a cabalgar las ondas la izquierda democrática siempre los ha producido. Con estas pocas líneas simplemente queremos recordar lo obvio. Estamos en contra del 41 bis y en contra de todas las cárceles, por supuesto, pero estamos sobre todo del lado de Alfredo porque es un compañero que ha dedicado su vida a la Idea anarquista, que es también la nuestra, porque nos hemos emocionado en esa espléndida mañana de mayo. porque pensamos que las acciones de las cuales esta acusado sean cuanto de las más sinceras y menos charlatanas se hayan visto en la tan ansiada y poco realizada construcción de una internacional en nuestros años.
Alfredo está en el 41 bis no porque es víctima de una injusticia, sino porque es el némesis de la única forma de justicia que puede ser realizada en el mundo del privilegio capitalista y del dominio del Estado. Alfredo está en el 41 bis porque estamos en una época donde la guerra se vuelve la gran protagonista, con los proletarios que son utilizados como carne de cañon, con el alto coste de la vida en las estrellas (noticia de ayer: la inflación ha llegado al 12% en Italia) y en el mientras nosotros pasamos hambre, las ganancias del ENI aumentan del 300% y el nuevo gobierno ve numerosos exponentes del lobby de las armas en su interior: en un mundo así, cada vez más proletarios podrían decidir renunciar a la delegación y la resignación y pasar a la acción directa. Por esto Alfredo está en el 41 bis. También para distraer al anarquismo de la participación a la guerra social del otoño. Demostrémosles que se han confundido con sus cálculos.
Por esto nosotros somos solidarios con Alfredo Cospito, por la misma razón, nosotros queremos que también Nadia Lioce, Roberto Morandi y Marco Mezzasalma salgan del 41 bis. Porque que nuestra clase en Italia haya desarrollado una hipótesis armada es un hecho histórico imborrable, no conseguiréis remover este «trauma» ni siquiera si tuvieran que meternos a todo el proletariado en el 41 bis.
Queremos destruir todas las prisiones, queremos que no exista más el 41 bis. Con Alfredo, Nadia, Roberto y Marco con nosotros, tenemos alguna esperanza mas de conseguirlo.
Fuera Alfredo del 41 bis!
¡Contra el uso del 41 bis contra los prisioneros revolucionarios!
¡Solidaridad revolucionaria con Juan Sorroche e Iván Alocco, en huelga de hambre en apoyo a Alfredo!
¡Olvidar a los prisioneros de la guerra social significa olvidar la guerra misma!
¡Por un mundo sin prisiones y sin propiedad privada!
Anarquistas de Foligno
29 de octubre de 2022
Fuente:
//fuoridallariserva.noblogs.org/post/2022/10/29/con-alfredo-cospito-con-la-sua-idea-la-sua-storia-e-le-pratiche-di-cui-e-accusato/
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Un hombre libre en el 41bis
Traducción recibida el 31/10/2022:
El 20 de octubre el anarquista, prisionero, Alfredo Cospito ha dado inicio a una huelga de hambre a ultranza, hasta su muerte, por la abolición del régimen especial penitenciario del 41bis y el «fin de pena nunca» de la cadena perpetua obstativa, en cuanto, ambas, expresión de la venganza del Estado a través de la tortura instituida por ley.
Tortura que el Estado, precisamente con el caso de Alfredo, vuelve a reutilizar incluso contra opositores políticos revolucionarios… además que a los daños de aquella masa de detenidos -al día de hoy unos 750 en el 41 bis- considerados por la justicia pertenecientes a una organización de estampa mafiosa, mostrificados por lo tanto frente a la opinión pública y por lo tanto destinables, sin que nadie diga nada, a cualquier tipo de tratamiento.
Hoy, este compañero nos está diciendo algo.
La suya es una lucha de denuncia, a través de la cual nos echa en cara que para él es mejor arriesgar la muerte metiéndose una vez más en juego, que vivir interminables años en estas condiciones de goteo tendientes a la aniquilación.
Es el ataque a la hipocresía de un Estado que pretende definirse democrático.
Es el desenmascaramiento de la maniobra que el propio Estado está operando a través de su caso para que constituya un precedente en la historia.
En solidaridad a la lucha de Alfredo, otros dos anarquistas prisioneros, Juan Sorroche, recluido en la Sección de Alta Seguridad 2 de la prisión de Terni, e Iván Alocco, recluido en la prisión de Villepinte en Francia, han iniciado una huelga de hambre respectivamente desde el 25 y desde el 27 de octubre.
Alfredo, detenido desde el 2012 en las secciones de Alta Seguridad 2, enfrenta hoy la decisión del Tribunal de Casación [1] de recalificar uno de los delitos por los cuales ha sido condenado junto a Anna Beniamino en el juicio «Scripta Manent», de «masacre común» a «masacre política» con la única evidente intención de aumentar los años de pena (para este delito esta prevista exclusivamente la cadena perpetua, también obstativa).
Poco antes de esta cita judiciaria, casi a influenciar el resultado, Alfredo es trasladado al régimen del 41 bis en la prisión de Bancali en Sassari, traslado motivado por la condena por «asociación subversiva con fines terroristas» (270bis), de la que es considerado el jefe inspirador.
En primer lugar con respecto a este elemento, como anarquistas, que por principio rechazamos las jerarquías, jefes y estructuras verticales, reconocemos una engañosa paradoja interpretativa. Así como en la inversión del sentido en la formulación de la acusación de masacre en el confronto de los compañeros y de las compañeras. Históricamente, en Italia, las masacres deliberadas las ha practicado el Estado, cubriéndolas con el secreto… de Estado, y ahora acusa tramite el utilizo sofisticado del aparato jurídico y legislativo a Alfredo y Anna de masacres que de hecho nunca han ocurrido.
Afilar las armas -un paquete de leyes antiterrorismo ampliamente inclusivas, la obstatividad de determinados delitos, estructuras de aislamiento total para enterrar vivas a las personas- el Estado realiza su venganza.
Marta Cartabia, Ministra de la Justicia en el Gobierno técnico encabezado por el banquero Draghi, con el traslado a principios de mayo del 2022 de Alfredo bajo el régimen del 41bis, ha pretendido perseguir el objetivo de impedirle que siguiera exteriorizando su pensamiento anarquista, de cerrarle la boca y encerrarlo para el resto de su vida en el 41bis.
Esto porque Alfredo nunca ha dejado, en ninguna condición se encontrase, de poner al Estado y al capitalismo frente a sus responsabilidades. A través de sus contribuciones para iniciativas públicas, periódicos y publicaciones de libros que le han costado de detenido otros procesos por «asociación subversiva» e «instigación a delinquir», ha continuado aportando con su pensamiento al debate internacional anarquista, con determinación y coherencia, siendo parte de aquella que por el viene a menudo definida su comunidad, o sea el movimiento anarquista.
El 41 bis tiene exactamente este propósito, cortar los contactos y la comunicación con el mundo exterior.
Se censura el correo, se niega la posibilidad de recibir libros -y prensa de cualquier tipo- del exterior, para aprofundir un cualquier tipo de argumento de interés del detenido que no pase por el escrutinio de la administración penitenciaria, que elige que cosa pasa y que cosa no.
Un régimen que niega la instrucción, así como la evasión mental a través de una lectura elegida, pero también la socialidad. De hecho, sin considerar el aislamiento impuesto 23 horas sobre 24, es siempre la administración la que decide con quién puede socializar el recluso, con quién se le permite intercambiar los buenos días: las mini secciones están compuestas por un máximo de 4 detenidos, los asi llamados «grupos de socialidad», y fuera de cada singular grupo está prohibido hablar con cualquier otra persona que no pertenezca a él. Sino se es sancionado con una denuncia, y luego un juicio que si llega a una condena puede decretar un mayor aislamiento durante el día, lo que significa el aislamiento total.
Está prohibido guardar en la celda incluso las fotografías de los propios seres queridos, para que asi no sobreviva ni siquiera el recuerdo del mundo exterior del cual te han arrancado.
¿Esto es vida? No, es aniquilación científicamente estudiada.
El gesto político de este compañero anarquista es un ejemplo de resistencia y dignidad de revolucionario; es al mismo tiempo la elección llena de humanidad de un hombre que, a pesar de su encarcelamiento, sigue siendo un hombre libre, que, obligado a las extremas condiciones de aislamiento y privación del 41 bis, decide reaccionar y no dejarse enterrar vivo .
El 41bis, la «cárcel dura», fue introducido con la llamada reforma Gozzini del 1986, seguida después por la cadena perpetua obstativa que hace referencia a la disciplina de la cual se refiere el art. 4-bis del ordenamiento (jurídico) penitenciario. Desarrollada a principios de los años ’90 en el contexto de aquella «legislación de emergencia» de la lucha a la mafia, después viene extendida también a los delitos de «terrorismo», en el confronto de prisioneros políticos radicales y revolucionarios que han «osado» desafiar al Estado y al capitalismo con la lucha armada, caracterizados por una peculiar «peligrosidad social» (no se viene castigado por aquello que se hace, sino por aquello que se es). Ante la genérica acusación de ser peligroso para la seguridad y la tranquilidad pública, no hay defensa posible sino la abjuración, el distanciamiento, la disociación.
Ya desde los años ’70, en el cual comenzaba a manifestarse la crisis del sistema capitalista y del desarrollarse de un fuerte y radical movimiento de clase y revolucionario, se ha coagulado una estrategia unitaria de las fuerzas represivas también en lo que respecta a la política penitenciaria común en todos los países europeos y no solo. En el 1992 en el art. 41 bis, ya introducido en el 1986, fue añadido un segundo párrafo que permitía al Ministro de la Justicia suspender por graves motivos de orden y seguridad pública, las normas de tratamiento y las instituciones del sistema de ordenamiento penitenciario en el confronto de los detenidos pertenecientes a organizaciones mafiosas. En el 2002 venia ampliada la aplicabilidad del régimen 41-bis, a los detenidos y a los condenados por delitos con fines de «terrorismo y subversión». Finalmente, en el 2009, el art. 41 bis, segundo párrafo ha sido definitivamente instituzionalizado entrando a hacer parte del ordenamiento penitenciario.
Debemos ser conscientes de que el giro autoritario que se está produciendo hoy, está siendo acompañado de una cada vez más estricta política represiva del «enemigo interno».
El Estado tratará con el puño de hierro a cada vez mas amplias franjas de opositores y explotados, utilizando esta amenaza represiva contra los movimientos de lucha actuales.
Hoy en Italia los prisioneros políticos y las otras personas acusadas de pertenecer al crimen organizado detenidos en el 41 bis son más de 700. Aquello de Alfredo, es ciertamente un gesto también de cercanía, estima y solidaridad a los demás prisioneros políticos que se encuentran en el mismo régimen detentivo y que con coherencia nunca se han plegado. Tambien a ellos va toda nuestra solidaridad.
Desde el 2005, tres prisioneros revolucionarios, militantes de las BR-PCC, Nadia Lioce, Roberto Morandi y Marco Mezzasalma, son continuamente sometidos al aislamiento de la «cárcel dura», mientras que la compañera Diana Blefari ha sido «suicidada» tras pasar años en este régimen penitenciario. Del periodo de luchas de los años ’70-’80 quedan actualmente en la cárcel once compañeros y cinco compañeras, con encarcelamientos efectivos que van de los 35 años a los 40 años.
El Estado sigue manteniendo en la cárcel a los prisioneros revolucionarios después de más de 40 años de detención: ciertamente no por aquello que hicieron en el pasado o por su peligrosidad actual, sino por la historia que representan y como advertencia y disuasión para quien continúa a luchar hoy.
Para el Estado, el 41-bis es permanente y pone infames condiciones para salir de él: es decir, colaborar con el Estado mismo. Aquellos que se niegan a colaborar con la justicia no pueden acceder a eventuales beneficios o a la libertad condicional (ex art. 58-ter): en la práctica nos debemos plegar a la moral del Estado y vender a otros compañeros, conseñar a otros hombres y mujeres a la represión, y asi regatear la mejora de las propias condiciones con la vida de algún/a otro/a.
Esto significa que, por cuanto haga la moral, el Estado italiano no tiene ninguna ética, dado que esta tortura psico-física, este chantaje violento, se parece al vulgar colaboracionismo organizado durante la ocupación nazi-fascista en Italia, cuando por unas pocas monedas se vendían con el chivateo a los Ebreos que se escondian de las deportaciones o a los partisanos que practicaban la guerrilla. La democracia italiana se comporta del mismo modo que el fascismo y el nazismo de hace ochenta años: vender a alguien para salvar el pellejo o para conseguir premios y descuentos.
Por otro lado, el delito de masacre política (art. 285) fue introducido por el Código Rocco durante el fascismo y preveía la pena de muerte (ahora cadena perpetua obstativa), leyes contra-insurreccionales pensadas para evitar la guerra civil.
Con las políticas represivas y de control social, el Estado trata de mantener el monopolio de la violencia, arremetiendo brutalmente contra quien se empeña en la lucha por la libertad y la revolución social. Parece que la acción vengativa del Estado sea dirigida y del todo instrumental.
Pero el alineamiento ideológico y político en torno a la represión y la prisión dura no es únivoco. Enorme responsabilidad la tienen los gobiernos y los políticos de izquierda y centro izquierda como Oliviero Diliberto que en febrero del 1999, como Ministro de Gracia y Justicia, fue protagonista de la institución oficial del GOM, el cuerpo especial de la policía penitenciaria, y de una «Oficina para la garantía penal», con funciones «informativas» respecto a los detenidos, encomendada al General Ragosa, entonces director del Sisde [2] y luego coordinador del UGAP, Oficina para la Garantía Penitenciaria del Departamento de la Administración Penitenciaria, una estructura de inteligencia creada por el propio Ministro Diliberto en febrero del 1999. El mismo Ragosa fue hasta el 1996 responsable de los repartos especiales de los agentes penitenciarios protagonistas de las palizas a los detenidos, torturas, como sucedió en Secondigliano en el 1993, y en Pianosa, en el 1992; «Anteriormente al frente de los llamados escuadrones internos de la administración penitenciaria que, en los años ochenta «gestionaban» las situaciones de crisis durante las revueltas en las cárceles, con sus incursiones.
Prácticas que han persistido en la normalidad durante décadas, hasta quince muertes por reprimir las revueltas en varias cárceles de este país en marzo del 2020.
Estas estrategias contrarrevolucionarias, que los Estados implementan para continuar manteniendo vivo el sistema de explotación y dominación, alcanzan el más alto nivel de brutalidad y barbarie propio dentro de las cárceles. Las medidas represivas lanzadas desde el ’77 al ’82 son reutilizadas y calibradas para enfrentar en forma autoritaria las nuevas emergencias y para frenar la disidencia aún más hoy que las crisis energética, económica y la guerra, nos conducen hacia posibles escenarios de conflicto social interno.
Se sabe que la «excepción» se convierte en regla.
El giro autoritario resultado de la crisis del capitalismo genera una dura represión hacia los anarquistas con operaciones represivas y condenas muy duras; represión que luego se extiende a las clases sociales que más de todos sufren la crisis social, energética y ambiental, los explotados. El Estado preventivamente reprime el disenso hacia las instituciones y los patrones; su objetivo es criminalizar y desacreditar las prácticas revolucionarias para frenar el posible consenso hacia las ideas anarquistas en una fase de oposición al capitalismo y a sus políticas energéticas que podrían abrir atisbos de crítica radical a las locuras nucleares y tecnológicas.
Así que, hoy, más que nunca resulta actual la lucha de nuestro compañero Alfredo contra el nuclear.
En el sistema actual prevalece la justicia punitiva, mientras que la justicia social es eclipsada por la brecha cada vez mayor de las desigualdades. Se exigen «penas severas y certeza del castigo», mientras los detenidos en las cárceles se encuentran masificados, olvidados, suicidados, asesinados y en condiciones de degradación física y mental al limite de la supervivencia.
La retórica y las sentencias de los órganos judiciarios burgueses sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad simplemente dan rienda suelta a una hipocresía en merito a los derechos humanos propia de los Estados occidentales imperialistas neocoloniales y capitalistas, los cuales con los derechos humanos poco tienen que ver: cuando la lucha de clases mete en discursion los poderes establecidos incluso el estado democrático revela su verdadera cara.
Es necesario construir y promover una gran movilización a nivel internacional. Esta movilización debe tener un carácter político: transmitir las ideas y las acciones revolucionarias de lxs compañerxs prisionerxs y desarrollar la conciencia de la solidaridad.
¡La lucha de Alfredo es también la nuestra!
Solidaridad con Alfredo, Juan e Iván en huelga de hambre.
¡Solidaridad en lucha a los prisioneros y prisioneras en el 41bis!
Algunas individualidades anarquistas
28 de octubre de 2022
Fuente:
//fuoridallariserva.noblogs.org/post/2022/10/31/un-uomo-libero-in-41bis/
Notas
[1] Tribunal Supremo en el Estado español
[2] Los espias domesticos
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«Firmeza en la práctica revolucionaria». Intervención en las concentraciones bajo las prisiones de Terni y Spoleto el 1 de noviembre de 2022
Traducción recibida el 02/11/2022:
Escribimos estas líneas en ocasión de las concentraciones bajo las cárceles de Terni y Spoleto programadas para el 1 de noviembre del 2022 y simultáneamente con la llamada a la lucha lanzada, a través de la huelga de hambre del compañero anarquista Alfredo Cospito, recluido en la cárcel de Bancali; huelga de hambre de la cual también han adherido los anarquistas Juan Sorroche, encerrado en la prisión de Terni e Iván Alocco, encerrado en la prisión francesa de Villepinte.
El aporte teórico y práctico, que algunos compañeros prisioneros han dado al movimiento anarquista a lo largo de los años, y que continúan a dar incluso entre las infames jaulas construidas por los regímenes demócraticos, encuentra todavía hoy una manera de escapar y hacerse agitación ininterrumpida, sin mediación y sin fronteras entre los proletarios y los explotados en todo el mundo: de Chile a Francia, de España a Italia.
El 5 de mayo del 2022, el anarquista preso Alfredo Cospito ha recibido notificación de su traslado desde la «Alta Seguridad 2» al «41 bis». El decreto fue ordenado por la exministra de justicia Marta Cartabia.
El 6 de julio del 2022, el Tribunal de Casación (3 y ultimo grado de juicio en Italia) ha recalificado el ataque explosivo contra la escuela de alievos de los carabinieri de Fossano del Junio 2006, reivindicado por Rivolta Anonima e Tremenda/Federación Anarquista informal, por el cual estaban acusados los compañeros Anna Beniamino y Alfredo Cospito, en «Masacre política», renviandolo a un cálculo peyorativo de la pena que también podría incluir cadena perpetua obstativa.
El 9 de julio de 2022, el Tribunal de lo Penal de Treviso ha dictado una sentencia de 28 años de prisión para el compañero anarquista Juan Sorroche por el doble ataque explosivo del 12 de agosto del 2018 contra la sede de la Liga en Villorba.
Con estas medidas se esta tratando de aislar a nuestros compañeros del movimiento revolucionario; de interrumpir su contribución a los debates y a las discusiones dentro del anarquismo; de detener las publicaciones y escritos considerados peligrosos por el ordenamiento jurídico democrático. En un momento de gran dificultad, tanto para los Estados como para los gobiernos, se busca, además de aplastar el movimiento revolucionario sobre prácticas inconsistentes agitando la amenaza del 41 bis y de la cadena perpetua. En los hechos, se pone visiblemente una advertencia a cuántos, a partir de este otoño, sentirán más frío, más hambre, y verán un empeoramiento de sus condiciones de vida.
Todo esto pone de manifiesto, a nivel general, la verdadera nueva cara del capitalismo que ha reconvertido y remodelado numerosos aspectos de la vida social, incluso a través del horizonte represivo. Es el aparato penal, de hecho, que contribuye de manera decisiva a sustentar y formular siempre nuevas técnicas volcadas a la producción política de la realidad. En consecuencia de tal lectura de las cosas, reclamamos la lucha revolucionaria total contra el capitalismo, reconociendo en ella la herramienta más eficaz para interrumpir la construcción de un modelo social del cual la prisión, con todo su aparato tecnologíco productivo, es parte integrante.
El Estado y el capital recurren a leyes coercitivas y tácticas policiales para dispersar o reprimir las eventuales acciones colectivas de oposición a las empresas. Las formas de vigilancia y de control policíal se multiplican, en perfecta coherencia con el instrumento político más a buen mercado al servicio de los gobiernos: democracia, congenio gobernativo en permanente evolución que hoy está mutando su esencia a partir de viejas fórmulas de convivencia interclasista en fórmulas económicamente más claras, burocráticas e identitarias.
Así, mientras la seguridad de los patrones está representada por las herramientas diseñadas ad hoc por mediocres consultores de la represión, nuestra seguridad, aquella de los explotados, está representada por el ataque destructivo en el confronto de aquellos que especulan sobre el intento de obtener un control social dominante, dejando el campo libre a la furia empresarial. Tal proyecto político pretende reestructurar desde lo alto las relaciones entre el Estado, el mercado y los individuos y a conservar, en el interior de los cambiamentos cada vez más repentinos, los históricos privilegios de clase. De ahí derivan los riesgos cotidianos para nuestras vidas. La disciplina productiva vehicolada de los nuevos principios capitalistas es permeada en las diversas estructuras de la sociedad y ha tachonado su horizonte de muerte, hambre y destrucción.
Por lo tanto, estamos agradecidos a quien, tanto hoy como en el pasado, han golpeado al enemigo de clase, lo ha reconocído de vez en vez en el magma social, generado por los cambiantes ritmos de la producción y ha demostrado su vulnerabilidad. Somos conscientes de las inmensas dificultades que encontraremos en nuestro camino. Sin embargo, uno de los objetivos principales de la propaganda anarquista es empujar a más personas posibles a la acción contra el Estado y los patrones. Esta suposición no se puede poner sobre un hipotético plato de la balanza que mida el beneficio obtenido en relación con la energía gastada.
«»Difusión de las ideas» y «propaganda», «pensamiento» y «acción», el corazón de la coherencia anarquista, del actuar anarquista, deberían coexistir siempre. Difusión de las ideas: el debate entre anarquistas, la profundización y la evolución de nuestros análisis de nuestro pensamiento. La propaganda: la apertura al mundo a través del hecho, la acción, manifestaciones, enfrentamientos callejeros. Acciones destructivas que habla a todos. El poder de un Estado democrático contrasta la «propaganda» cuando se hace acción, pero también aquellos anarquistas que con paginas y periódicos incitan a la acción. Esto es indicativo de que cosa teme el poder, temen nuestras palabras cuando con claridad hacen «Propaganda», teme al pensamiento que empuja a la acción, el pensamiento que se hace acción. Cuando después, la difusión de las ideas tiene lugar mediante la «propaganda del hecho» a los Estados no queda que ceder y perder poder o reaccionar y reprimir con violencia» (A. Cospito).
Nosotros no creemos que las planificaciónes económicas o las acciones represivas produzcan en su totalidad los efectos previstos. La velocidad, a la que estos procesos son sometidos, también acelera los errores de evaluación, con continuos cambios de rumbo y remodelación de los asectos. Por lo tanto, un continuo y rapido cálculo del falimiento es el hecho cierto que se lleva consigo detrás de esta nueva fase del capitalismo.
Sin embargo, estamos convencidos de que ya se ha decidido quién tendrá que pagar el precio de tal falimento y ya estamos experimentando cuales son los recursos que se pondrán en marcha para detener a quien querra poner el baston entre las ruedas a este proyecto. Propio en una cárcel ha sido dada la primera señal: Modena marzo del 2020. La firmeza de la práctica revolucionaria hecha de análisis, estudio, análisis en profundidad y de acciones consecuentes, consiente recalibrar continuamente el enfoque del enemigo de clase y de las estrategias a través de las cuales se explica su explotación. Tal práctica no se puede interrumpir, se reproduce cada día y acecha los sueños de los patrones, gobernantes y magistrados. Esta es la continuidad revolucionaria que hacemos nuestra y que nos sitúa al lado de Anna, Alfredo, Juan e Iván.
SOLIDARIDAD A ALFREDO COSPITO EN HUELGA DE HAMBRE EN LA CÁRCEL DE BANCALI Y A TODOS LOS PRISIONEROS REVOLUCIONARIOS EN EL 41BIS: NADIA LIOCE, ROBERTO MORANDI, MARCO MEZZA SALMA
SOLIDARIDAD A JUAN SORROCHE Y A IVAN ALOCCO EN HUELGA DE HAMBRE, RESPECTIVAMENTE EN LA PRISIÓN DE TERNI Y DE VILLEPINTE EN FRANCIA
SOLIDARIDAD CON ANNA BENIAMINO EN LA PRISIÓN DE REBIBBIA
¡MUERTE EN EL ESTADO! ¡VIVA LA ANARQUÍA!
Algunxs anarquistas de Cosenza
Fuente:
//fuoridallariserva.noblogs.org/post/2022/11/02/fermezza-nella-pratica-rivoluzionaria-intervento-ai-presidi-di-terni-e-spoleto-del-primo-novembre-2022/
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Manifestación espontánea por Alfredo Cospito en Spoleto el 1 de noviembre de 2022
Traducción recibida el 02/11/2022:
Al margen de las previstas concentraciones que se han realizado fuera de las prisiones de Terni y Spoleto, una parte de los compañeros que asistieron se ha desplazado en manifestación por las calles de Spoleto.
Ante el enorme despliegue de fuerzas presentes en la acrópolis del centro histórico de la ciudad, a tutela de la feliz continuación de la festividad para los turistas, la manifestación se ha movido por las calles de la parte baja de la ciudad vieja coreando consignas contra el 41 bis, la represión, la guerra, en apoyo a la acción revolucionaria, en apoyo a Alfredo Cospito en huelga de hambre, de los anarquistas Juan Sorroche e Iván Alocco que se han unido a su batalla y de los prisioneros comunistas en el 41 bis, repartiendo varios volantes. La manifestación primero ha sorprendido a la policía, que han tardado media hora en desplegar a los antidisturbios que, después de una media hora, ha impuesto la disolución.
Las compañeras y los compañeros se han mantenido compactos y firmes en sus posiciones, a pesar de algunos intentos de intimidación y mucho paternalismo. Nos hemos quedado un poco juntos a protección mutua y al final los esbirros se han ido a cuentagotas.
¡Fuera Alfredo del 41 bis!
¡Con Juan e Iván en huelga de hambre!
¡Cerrar el 41 bis!
¡Libres todos, libres todas!
Fuente:
//ilrovescio.info/2022/10/20/per-alfredo-e-per-gli-altri-raccolta-di-contributi-contro-il-carcere-il-41-bis-la-repressione-in-continuo-aggiornamento/
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Génova era en flor – Una canción por Alfredo
Traducción recibida el 06/11/2022:
En los momentos de lucha más apasionados, las canciones anarquistas crecen en el bosque como hongos y en estos días gira una canción anónima sobre la vida y la historia reciente de Alfredo Cospito. La música es un préstamo de muchas canciones anarquistas, quizás la música más utilizada para las canciones anarquistas.
Apareció por primera vez en la canción «Las últimas horas y la decapitación de Sante Caserio», después nuevamente en «La condena a muerte de Sacco y Vanzetti (el 23 de agosto de 1927)», finalmente en los años setenta en la «Balada de Franco Serantini» de Pino Masi. El espíritu no quiere ser dramático, sino alegre, re llamando en el primer verso «aquella espléndida mañana de mayo» con la cual Alfredo reivindicó el tiro en las piernas de Adinolfi en el juicio de Génova.
Sería un bonito gesto si los artistas decidieran hacerla propia, haciendo sus propias versiones!
A continuación el texto:
Lunes 7 mayo
Génova era en flor
En los barrios de los ricos
Cantan las pistolas
Estaba Adinolfi agachado allá
El nuclear no pasará
Estaba Adinolfi llamando mamá
El nuclear no pasará
Mayo del ’22
Diez años de prisión
Los verdugos del estado
No olvidan la acción
A los tribunales no gusta
Pide Sparagna que no hable
Mas
En los juzgados no baja
Pide Sparagna que no hable
Mas
Se agita el ministerio
Cospito da miedo
Lo envían a Cerdeña
Moderna sepultura
Es la venganza de la D.N.A.A.
Que esta historia termine ya
Es la venganza de la D.N.A.A.
Que esta historia termine ya
Cartabia te ha ido mal
La lucha no se detiene
Por cada prisionero
A fuego un cuartel
Y la respuesta os la daremos nosotros
Quien sale lastimado esta vez sois vosotros
Y la respuesta os la daremos nosotros
Quien sale lastimado esta vez sois vosotros
Lunes 7 mayo
Génova era en flor
En los barrios de los ricos
Cantan las pistolas
Estaba Adinolfi agachado allá
El nuclear no pasará
Con Adinolfi no acaba allá
El nuclear no pasará
Con Adinolfi no acaba allá
Y la anarquía triunfará
Fuente y video musical.
Aquí una versión «en vivo» en Foligno:
//ilrovescio.info/2022/11/06/genova-era-in-fiore-una-canzone-per-alfredo/