El jueves, 12 de diciembre, mientras estábamos encerrados en nuestras celdas, el carcelero Giannis Mylonas nos dirigió la palabra de manera insultante. Al día siguiente, cuando le pedimos explicaciones por su actitud, el continuó altanero, así que se le devolvió una pequeña parte de la violencia que ejerce a diario con su llave.
La administración de la cárcel, poniendo a prueba nuestros límites y nuestras fuerzas, decidió romper nuestra comunidad. En este momento, cinco de nosotros estamos en aislamiento en la sección disciplinaria del módulo C, mientras nuestros compas Yannis Naxakis y Babis Tsilianidis fueron trasladados al módulo D y el compañero Grigoris Sarafoudis al módulo E (los tres últimos no están en las secciones disciplinarias de estos sectores).
Estamos decididos a defender a cualquier precio nuestra comunidad ya que, para nosotros, es elemento vital básico dentro del podrido mundo de la cárcel. No negociamos nuestra dignidad ante ningún cobarde siervo del orden legal.
Desde el 13 de diciembre, iniciamos huelga de hambre y sed, exigiendo regresar, junto a nuestros compas, al módulo A.
Desde ahora, lxs responsables de lo que pueda ocurrir son los altos mandos Vasilis Lamprakis, Giannis Kontopoulos y Nikos Petropoulos, la directora de la cárcel, Maria Stefi, la fiscal Troupi y la cabeza de los servicios sociales, Vaso Fragathoula, es decir los que forman el consejo de la prisión.
Ni un paso atrás.
PD: Nuestros pensamientos están con los luchadores prisioneros en huelga de hambre Spyros Stratoulis, Rami Syrianos, Ergün Mustafa y Michalis Ramadanoglou.
Fuerza, locos, hasta la victoria
Fivos Harisis
Argyris Ntalios
Yannis Michailidis
Dimitris Politis
Giorgos Karagiannidis